FUE DECLARADA BEATA: Entre 25 y 30 mil fieles acompañaron la ceremonia encabezada por el cardenal Ángelo Amato, enviado especial del Papa Benedicto XVI
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Una multitud de entre 25 y 30 mil personas (de acuerdo a información que le fue suministrada a EL TIEMPO) se congregó el último sábado por la mañana en el circuito El Panorámico acompañando la celebración de beatificación de la Hermana María Crescencia Pérez. La ceremonia tuvo un gran colorido y se pudo observar la alegría que embargaba a los fieles que se asociaron en todo momento y a cada uno de las consignas que provenían desde el escenario.
El cardenal Ángelo Amato leyó el decreto de beatificación en latín. Asimismo debemos resaltar que el cardenal Amato fue declarado “Huésped de Honor” por el Concejo Deliberante de Pergamino.
La organización
En cuanto a la organización es importante rescatar el profesionalismo aplicado por todos y quienes trabajaron en la disposición del armado de lo atinente a la celebración.
También corresponde señalar el gran número de fieles de otros países que se acercaron, como por ejemplo: Uruguay, Chile, Estados Unidos, España, El Congo, La India, etcétera.
Beatificación
El Cardenal Ángel Amato, enviado especial del Papa Benedicto XVI fue quien encabezó la emotiva ceremonia de la religiosa que dedicó su vida a la educación y cuidado de niños enfermos de tuberculosis. El Cardenal leyó en nombre del Papa: “Concedemos a la venerable sierva de Dios María Crescencia, virgen, religiosa profesa de la congregación de las Hijas del Huerto, que testimonió la caridad evangélica con sencillez, humildad y dulzura, que de ahora en adelante sea llamada beata”.
Cabe destacar que la hermana Crescencia es la primera católica oriunda de la provincia de Buenos Aires, y nació en San Martín.
En 1998 hizo una curación milagrosa por: ‘su intercesión de una mujer en Buenos Aires, Sofía Pane, que padecía una hepatitis fulminante y que le habían dado tres días de vida, y en la actualidad no le quedaron rastros de la enfermedad’, fue el último requisito que se cumplió para que Benedicto XVI aprobara su beatifi cación. En tal sentido la Hermana Josefi na de la congregación del Huerto realizó una semblanza de Crescencia, señalando entre otros aspectos que “nació el 17 de agosto de
1897 y fue bautizada como María Angélica. Integrante de una familia de doce hermanos, todo el grupo familiar debió trasladarse en 1905 a Pergamino por la enfermedad de su madre en busca de un mejor clima. Allí ingresó como pupila en el “Hogar de Jesús” de las Hermanas del Huerto. Tras descubrir su vocación religiosa se trasladó a la casa provincial de la congregación en Buenos Aires. En 1924 emite los votos perpetuos y es destinada al antiguo Hospital Marítimo de Mar del Plata, donde se trataban cientos de niños afectados por la tuberculosis ósea. Crescencia se encargaba de atender a las
niñas en el aseo, la alimentación, la educación, la formación religiosa y en su recreación. Las chicas -para quien ella era una especie de Angel de la Guarda- la querían mucho. Pero Crescencia se involucró tanto que contrajo tuberculosis y fue trasladada a Vallenar, en Chile, donde continuó su labor en la farmacia y la cocina del Hospital Naranjo, sin contacto con los internados. Pero contrajo bronconeumonía. Sus últimos tres meses de vida fueron de gran sufrimiento, bajo
estrictas condiciones de aislamiento. Murió el 20 de mayo de 1932 y cientos de personas en las calles le dieron el último adiós. Sus restos fueron traídos en 1983 a Pergamino”. Luego el Coro Polifónico Municipal (en una destacada actuación) acompañó la ceremonia con cánticos acordes a la ocasión.
La misa
Posteriormente, presidida por el cardenal ángelo Amato y junto a los obispos que llegaron desde distintos lugares del mundo, se
realizó la misa de beatifi cación y miles de fi eles se acercaron hasta el enorme escenario montado especialmente donde comulgaron. Durante su homilía el representante del Vaticano destacó el trabajo de la Venerable y sobre el fi nal
destacó que Argentina puede estar orgullosa de haber dado a la Patria una benefactora de la humanidad.
Asimismo, los familiares de María Crescencia realizaron la ofrenda eucarística.
Los discursos
Sobre el fi nal de la celebración dirigieron la palabra: El Obispo Diocésano de San Nicolás, Monseñor Héctor Cardelli; el obispo de Copiapó (Chile) Gaspar Quintana; la Hermana María Teresiana Petri de la congregación de las Hermanas del Huerto y el intendente municipal Héctor Gutiérrez.
Como cierre de la celebración las religiosas de todas las congregaciones subieron al escenario para confraternizar y tener una foto de recuerdo de este hecho trascendental e inédito para la ciudad de Pergamino.
Fuente: El Tiempo Semanario