Pérsico no quiere hablar de una ley, pero el secretario de Agricultura había llegado a un acuerdo con la industria.
La iniciativa oficial para modificar la ley de semillas parece despertar posiciones distintas en el Ministerio de Agricultura. En los últimos meses, el secretario de esa cartera, Lorenzo Basso, realizó a instancias del ministro Norberto Yauhar diversas reuniones con entidades de la producción y la industria semillera para consensuar puntos para un anteproyecto de ley. Sin embargo, para el referente del kirchnerista Movimiento Evita y actual subsecretario de Agricultura Familiar, Emilio Pérsico, esa cuestión hoy no está en el temario del Gobierno.
«Hoy no está en el temario del Gobierno una ley de semillas. No hay ninguna ley en tratamiento y si la hay tendría que ser con un proceso de discusión con todos los sectores», expresó Pérsico en diálogo con LA NACION.
Pérsico se pronunció de una manera similar hace unos días en una entrevista en FM La Tribu. En esa oportunidad, según luego reprodujo el portal «Marcha», el funcionario señaló, entre otras cosas, que «no hay ninguna presentación en el Congreso ni la va a haber, por lo menos desde el oficialismo».
Cuando discutió con entidades de la producción y las empresas semilleras, Basso logró avances de cara a un anteproyecto para modificar la legislación actual, vigente desde 1973.
Además de reforzar la propiedad intelectual de las empresas, el borrador que circuló limitaba el «uso propio», una figura que le permite al productor que cosechó soja y trigo guardarse una parte para utilizarla como semilla el año siguiente sin pagar regalías a las compañías o tener que adquirir una nueva bolsa.
La avanzada sobre esa figura provocó el retiro de Federación Agraria Argentina (FAA) de las negociaciones y críticas de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), que denunció que el uso propio «queda eliminado». En cambio, la Asociación de Semilleros Argentinos (ASA), que agrupa a las principales empresas nacionales y multinacionales del sector, dieron un fuerte respaldo al trabajo que se hizo en el Ministerio de Agricultura.
Escenario
De acuerdo con el anteproyecto, solamente quedaban exceptuados del pago de regalías quienes determinara el Instituto Nacional de Semillas (Inase) y los inscriptos en el Registro Nacional de Agricultura Familiar (Renaf), productores de muy baja escala.
El Renaf está bajo la órbita de Pérsico. Y, según el funcionario, en el Renaf prácticamente no hay productores registrados que siembren soja transgénica.
En la industria semillera algunas fuentes se hicieron eco de la disparidad de criterios en Agricultura. «Es como una nueva 125 [por la pelea campo-Gobierno de 2008], pero ahora desde el propio riñón K», evaluó una fuente.
Ayer LA NACION intentó hablar con Basso, a raíz de los dichos de Pérsico, a través de voceros del Ministerio de Agricultura. Pero al cierre de esta edición voceros del organismo argumentaron que no lo pudieron contactar.
De todos modos, Pérsico evitó cualquier polémica con Basso. «No voy a opinar sobre el trabajo de Basso», señaló. «Hay otros sectores, otras áreas para ese tema», agregó en referencia a que esta cuestión no es específica de su función. Si bien remarcó que por el momento «no está en el temario» una ley de semillas, el funcionario insistió que si ése fuera el caso se tendría que «discutir sobre cómo proteger la semilla autóctona».
Pérsico precisó que no está en contra del actual modelo de producción, con fuerte protagonismo de la soja, pero indicó que debe convivir con el modelo de la agricultura familiar y de pequeños productores.
«No estamos en contra del desarrollo de la tecnología. No estamos en contra de este modelo agropecuario o de la soja transgénica. Esto es así, pero este modelo tiene que convivir con otro de los que ocupan el territorio y viven en el campo», dijo. Hay unos 250.000 productores de agricultura familiar. Según Pérsico, la Argentina tiene que llegar a un millón para contar con un 25% de población en el campo y tener vía este segmento la producción del 70% de los alimentos.
Una normativa de otra época
La ley actual de semillas en la Argentina
Desde 1973
Vigente desde ese año, la actual ley de semillas surgió en un momento donde no existían la tecnología transgénica ni la biotecnología y la soja apenas figuraba en la mente de quienes proyectaban darle un fuerte impulso en el país
Uso propio
La ley actual permite al productor agropecuario guardarse soja para usarla en la campaña siguiente como semilla, algo que por una cuestión técnica no puede hacer con el maíz. La normativa no establece límites ni escalas de productores para acceder a ese derecho
Por Fernando Bertello, publicado en La Nación.