Diputados y funcionarios hablaron de las «dificultades» y «riesgos» de invertir en la Argentina.
WASHINGTON.- La política energética, y en particular la expropiación del paquete español de YPF, fueron los ejemplos a partir de los que legisladores demócratas y republicanos, así como funcionarios del Departamento de Estado, advirtieron en duros términos sobre las «dificultades» y «riesgos» de invertir en la Argentina. También se hicieron eco de la «preocupación» que, por sus negocios, tienen las empresas norteamericanas.
Ocurrió en una sesión del Subcomité para el Hemisferio Occidental de la Cámara de Representantes, donde se comparó a Cristina Kirchner con un «vendedor de autos usados» que sólo piensa en «exprimir» cada negocio en vez de planificar para el largo plazo. También hubo apelaciones al «estómago fuerte» que hay que tener para invertir en ese tipo de escenarios.
Las consideraciones constituyen la crítica más dura que se escuchó en medios políticos de este país, luego de que, semanas atrás, un informe oficial del Departamento de Estado previno sobre el deterioro en el clima de inversión en nuestro país a partir de decisiones del Gobierno. En ese ámbito, y ante preguntas de legisladores republicanos y demócratas por la estatización de YPF, funcionarios del Departamento de Estado reconocieron que el gobierno de Barack Obama hizo llegar formalmente al de Cristina Kirchner su oposición hacia ese tipo de procedimientos.
«Le expresamos claramente al gobierno argentino y, en forma repetida, a funcionarios de alto rango, que pensamos que expropiar activos de compañías extranjeras no es una política económica muy prometedora», reveló Matthew Rooney, «número dos» en la secretaría adjunta para la región de la cartera de John Kerry. Ese tipo de acciones «probablemente asusten a otros inversores, cuando la inversión privada es importante para crecer en cualquier sector pero, especialmente, en el energético», dijo.
Rooney mencionó las dificultades, falta de transparencia y alteraciones de contratos que sufren inversores en países de la región y previno sobre la necesidad de tener un «estómago muy fuerte» para resistirlo. «Está probado que muchas empresas que llevan años allí lo tienen», deslizó luego.
En línea con lo que pregonan los informes sobre el «clima de inversión» que elabora la cartera -y de la crítica evaluación que mereció nuestro país- el diplomático reiteró que el Departamento «previene seriamente» a las compañías norteamericanas sobre los riesgos que pueden correr. «Cuando sabemos de firmas norteamericanas que están pensando en hacer negocios en estas condiciones, les prevenimos que tengan cuidado con sus socios y con la manera en la que redactan sus contratos, así como sobre la conveniencia de estar en contacto con el ambiente político durante su desarrollo, porque esto cambia rápidamente», explicó.
Las expresiones se dieron en una sesión del Subcomité para el Hemisferio Occidental abocada a tratar las «Oportunidades energéticas para América latina y el Caribe». Para ello se convocaron funcionarios del Departamento de Estado así como académicos especializados en la región.
Jorge Piñón, del Centro Internacional para la Energía (Cieep, por sus siglas en inglés) de la Universidad de Texas, previno sobre el pernicioso efecto dominó que podría aparejar la impunidad con que la Argentina «se burla» de la ley. «Si un país como la Argentina, miembro del G-20, puede llevar adelante estas políticas sin sufrir consecuencias, el imperio de la ley se ve seriamente amenazado en la región», dijo. «Me pregunto seriamente quién quiere poner dinero allí», añadió.
El presidente del estratégico comité, el republicano Matt Salmon, lamentó que la presidenta Kirchner se comporte como «un vendedor de autos usados» que «trata de exprimir cada negocio» pensando que es «de una sola vez», sin preocuparse por la reputación de país en el largo plazo. «La cantidad de litigios y problemas económicos que está teniendo el país por violar la ley deberían alentar a la Argentina a pensar de otra manera» reflexionó, convencido de que el actual curso «no es beneficioso» para el conjunto de los argentinos. «No sólo son los empresarios norteamericanos. Otras firmas extranjeras también están muy preocupadas por sus negocios en la Argentina», aseguró.
Hasta hace cuatro años, el comité estaba liderado por el neoyorquino Eliot Engel, quien se jactaba de ser «amigo» de Cristina Kirchner y compartió almuerzos con el fallecido Néstor Kichner. Luego, las cosas cambiaron.
YPF SE LLEVÓ 50% DEL FINANCIAMIENTO
Las empresas lograron captar del mercado local de capitales préstamos por el equivalente a poco más de 784 millones de dólares durante marzo, «el mayor monto para este mes de los últimos 13 años», destacó ayer el Instituto Argentino de Mercados de Capitales. Sin embargo, no pasó inadvertido que la mitad de ese total se lo llevó la reestatizada YPF, que busca denodadamente recursos para sostener el plan de inversiones necesario para revertir la caída de la producción de hidrocarburos: en menos de una semana emitió tres obligaciones negociables (ON) para recolectar unos US$ 388 millones entre inversores locales.
Por Silvia Pisani | LA NACIÓN