Lo afirmó el especialista del Inta Mario Bragachini. Más de veinte experiencias de cooperativas exitosas de las cinco ecorregiones argentinas serán presentadas en el II Congreso de Valor Agregado en Origen, que se realizará del 24 al 25 de septiembre.
Arraigo, empleo y valor agregado en origen a la producción primaria son los elementos básicos que arman la ecuación para el desarrollo del interior productivo, un proceso que ya se está dando en diversas localidades argentinas gracias al esfuerzo conjunto de distintos actores sociales.
Con el foco en el desarrollo sustentable de los territorios, el Inta organiza el segundo Congreso de Valor Agregado en Origen, que se realizará en el marco de Tecnópolis, el 24 y 25 de septiembre. El evento es libre y gratuito, aunque requiere de inscripción previa debido a que las vacantes son limitadas. Además de los contenidos técnicos, como plato fuerte del Congreso se presentarán 23 experiencias de cooperativas exitosas que representan a las cinco ecorregiones de la Argentina.
Mario Bragachini, técnico del Inta Manfredi, Córdoba, y uno de los organizadores del encuentro, consideró que la próxima revolución que se dará en los campos del país será de la mano del agregado de valor en origen: “Las 32 cadenas agroalimentarias generan el 12% del empleo de la población económicamente activa del país. Por esto, el desafío al 2020 es trabajar para incrementar significativamente esa demanda laboral en el territorio”.
Experiencias destacadas
De los muchos casos ejemplares de procesos y estrategias de agregado de valor en origen que se presentarán durante el Congreso hay 23 que serán particularmente destacados. Aquí se adelantan cinco de esas experiencias, que se organizan por ecorregión y son representativas del potencial productivo de todo el país.
Asociados en Aprocer Oncativo S.A., 24 productores de esa localidad cordobesa instalaron una fábrica de lechones. En la actualidad poseen 250 madres de alta producción, con 27 lechones por cada una. Cuando los animales alcanzan los 30 kilos, cada productor retira la cantidad de lechones que le corresponde y el engorde lo hace de forma individual, con sus granos y su mano de obra.
El objetivo del proyecto es incrementar la calidad, productividad y rentabilidad de un grupo de pequeños productores porcinos. El proceso se basa en la reproducción intensiva de porcinos con la mayor calidad y eficiencia posible, generando beneficios a los asociados al proyecto ya que les facilita una de las etapas más complejas en la producción porcina, accediendo así a tecnología y escala de forma asociativa. Contribuye al agregado de valor en la cadena de carne porcina, de soja y la de maíz.
Lejos de la zona núcleo, en el noroeste argentino, unas 300 familias rurales de 16 comunidades campesinas de Seclantás y Molinos, Salta, presentaron una identidad común para comercializar. Se trata de artesanías, ropa y alimentos de alta calidad y diseño innovador, identificados como CUM, la sigla que representa a las Comunidades Unidas de Molinos.
Junto al Inta Seclantás, la ONG Red Valles de Altura y organismos nacionales, provinciales y municipales comercializan los productos que elaboran a partir de materias primas locales.
Una dulce experiencia
Cooperativas apícolas de la provincia de Corrientes desarrollaron un proyecto de comercialización conjunta que permite a los productores obtener un mejor precio de la miel, tanto a granel como fraccionada. Para el 2020 se proponen tener tipificada las mieles de la provincia según la flora apícola (Citrus, Eucalipto, Ñandubay, Palmares, entre otras) para obtener la denominación de origen y los sellos de certificación. Para esto, además del esfuerzo propio, cuentan con financiamiento del Inta, del Ministerio de Producción, Trabajo y Turismo de Corrientes y del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación.
Esta experiencia es inédita para los productores de la región, que encontraron en la organización del trabajo de cinco cooperativas, de las localidades de Goya, Saladas, Bella Vista, Loreto y Monte Caseros, el camino para trabajar en la diferenciación de sus productos.
Un brindis
Más de 30 elaboradores de vino casero de Maipú, Mendoza, asociados en Aprovicam (Asociación de productores de vinos caseros de Maipú) trabajan en la obtención de vinos caseros a partir de uvas de Vitis vinífera.
Con la gestión asociativa como norte, buscan posicionarse como “microvinificaciones” de alta calidad, fruto del trabajo familiar y con identidad territorial. Gracias al apoyo del Inta Mendoza y la Municipalidad de Maipú, desarrollaron canales de comercialización que van desde sus casas, vinotecas y restaurantes hasta ferias locales, nacionales e internacionales. En la campaña 2012-2013 elaboraron 72.000 litros, principalmente con la variedad Malbec.
La Opinión de Pergamino