Un modelo de simulación hecho en el país prevé que, con un crecimiento de tan sólo 9% en la superficie cultivada, el salto se dará por la expansión de la soja.
En diez años habrá 9% más de tierra con destino agrícola en la Argentina y la producción nacional de granos aumentará 30%. El impulso provendrá, básicamente, de la expansión de la soja, según se desprende del Escenario de Referencia Agroindustrial Mundial y Argentino al 2022 (Erama) realizado por el Instituto para las Negociaciones Agrícolas Internacionales (INAI).
Según este modelo de simulación, las hectáreas sembradas pasaran de 32,2 a 34,4 millones de hectáreas en diez años y el volumen cosechado de granos en nuestro país alcanzará las 128,4 millones de toneladas para la campaña 2022/23, lo que representa 29,5 millones más que en la campaña 2012/13.
Según resumió la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) en su informe semanal, el resultado de cosecha proyectada se desprende de un crecimiento promedio anual de 2,7% en la producción de granos, tasa que marca una desaceleración contra el 3,1% de los últimos 10 años.
La mayor expansión esperada sería para las oleaginosas, en particular la soja, que en términos de producción pasará de las 48,5 millones de toneladas de 2012/13 a 64,3 millones en 2022/23.
El trabajo es optimista para la industria aceitera local. Con una molienda que para 2013 será de 50,7 millones de toneladas de soja, la producción de aceite se incrementará en 2,5 millones de toneladas, mientras que la producción de harina aumentaría 10,3 millones de toneladas. -Dado el mayor procesamiento local, las exportaciones de poroto se mantendrían relativamente estables-, indica el trabajo.
Lo interesante de este argumento radica en que el escenario proyectado por el INAI estima lo que sucederá si -se cumplen supuestos específicos sobre condiciones macroeconómicas, vigencia de políticas en las Argentina y otros países-, además de condiciones meteorológicas normales, entre otras cuestiones.
En el caso del trigo, atendiendo a las políticas actuales en lo que respecta a las exportaciones, la producción alcanzará en diez años las 14,7 millones de toneladas, por debajo de los récords históricos.
Respecto del maíz, cuyas exportaciones también están controladas, la producción con destino al circuito comercial pasaría de 24,8 a 29,9 millones de toneladas.
El trabajo proyecta que las exportaciones de granos desde el país crecerán casi 7 millones de toneladas, cifra muy inferior al incremento en producción y esto obedece a que -aumentarían los usos domésticos, tanto para el procesamiento de oleaginosas como para la alimentación animal-. Ambas situaciones reflejan un crecimiento de la industrialización de las materias primas en el país.
La producción de carne crecerá de manera dispar. En el caso de la carne bovina, se expandirá 1,4% anual, mientras que el aumento será de 1,8% para el caso de la carne de cerdo y 4,5 para la carne aviar, que seguirá siendo la estrella de la expansión. Para este producto, el mercado externo ganaría cada vez más importancia, representando las exportaciones un tercio de la producción hacia 2022.
La producción de leche, por su parte, aumentará a un promedio anual de 2,8% hasta las 14,9 millones de toneladas en 2022.
Julieta Camandone para EL CRONISTA COMERCIAL