Entre las razones están la baja en el precio internacional y que muchos productores priorizaron la soja por menores costos directos y mayores márgenes brutos
La Argentina tenía, hace 14 años, una producción de harina de girasol un 58% más alta que la registrada en 2012 y un coeficiente de exportación del orden del 90%, tal como hoy muestra el país líder en producción y exportaciones que es Ucrania-. Así lo sostiene un informe elaborado por la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), en la que también se sostiene que la producción actual es menor que en 1999 y que las exportaciones cayeron al sólo un 50%.
La harina de girasol se vende como insumo forrajero para la producción de carnes y leche, tanto en el mercado interno como en el exterior. Y entre las principales causas de este retroceso figuran –
La caída en los precios internacionales del aceite y harina de girasol ante el aumento en la oferta de aceite de palma; la mayor competitividad de la soja; y la incidencia del flete camionero y ferroviario que impacta en la rentabilidad del productor-.
El informe agrega que este proceso de pérdida de mercados externos implica para el país una menor generación de divisas. -Es preciso tener en cuenta que el principal producto de la molienda de girasol y el que contribuye, casi excluyentemente, a la formación de su precio es el aceite-, se afirma.
Argentina es actualmente el cuarto productor mundial de aceite de girasol, con una producción estimada en la campaña 2012/2013 de 1.277.000 toneladas de harina de girasol. Esta cifra está muy por debajo de la producción de Ucrania (3,5 millones de toneladas), Rusia (3,3 millones de toneladas) y de la Unión Europea (3,1 millones de toneladas).
De hecho, un análisis de la Dirección de Informaciones y Estudios Económicos de la Bolsa rosarina señaló que la Argentina muestra un retroceso en el mercado mundial de girasol.
Según el trabajo, en 1999 el país producía más harina de girasol y exportaba el 90% de su producción, mientras que en la actualidad, con menos volumen producido, exporta apenas el 50%. -Lo llamativo es que Argentina tenía, hace 14 años una producción de harina de girasol un 58% más alta que la registrada en 2012 y un coeficiente de exportación del orden del 90%, tal como hoy muestra el país líder en producción y exportaciones que es Ucrania-, se sostiene en el trabajo.
Es interesante revisar la información estadística que brindaba en 1999 la firma especializada Oil World sobre el mercado mundial de harina de girasol. Allí se observa que Argentina era, el segundo productor mundial de tortas, pellets y harina de girasol, siendo apenas superado por la Unión Europea, que producía 2.696.000 toneladas. Pero lo más llamativo era que el país ostentaba el primer lugar como exportador de tortas, pellets y harina de girasol, con un total 2.333.000 toneladas.
Según NA, el retroceso de Argentina en los mercados internacionales obedece a diversos motivos. Uno es que desde 1999 se observa una fuerte caída en la molienda de semilla de girasol y, consecuentemente, en la producción de aceite, pellets (harina) y expeller de girasol.
De acuerdo con la información oficial del Ministerio de Agricultura de la Nación, se puede inferir que en los últimos 14 años la producción de aceite de girasol sufrió una fuerte retracción: se redujo de 2.471.550 toneladas en 1999 a 1.541.580 toneladas en 2012.
-Idéntica conclusión puede arribarse para la evolución de la producción argentina de harina de girasol (pellets). En 1999, la producción había alcanzado un total de 2.522.956 toneladas, bajando a 1.592.302 toneladas en 2012-, expresó el informe.
EL CRONISTA COMERCIAL