Las divisas que ingresarán por la comercialización de granos y subproductos rondarían este año un monto de u$s 24.900 millones.
«Si bien en 2014 podríamos estar hablando de una producción total de granos histórica, las noticias no serán tan positivas por el lado de la entrada de divisas, ya que el volumen no estará acompañado por los precios, ni tampoco por mayor liquidación», evaluó.
Según el informe elaborado por la coordinadora de Análisis Sectorial de Abeceb.com, Carolina Schuff, los menores precios que tendrán todos los commodities y las bajas en las cantidades de las cosechas de trigo y maíz «harán que el saldo comercial del agro sea menor al del año pasado».
«Las proyecciones de una muy buena campaña de soja, de entre 52 y 55 millones de toneladas, permitirían un incremento de cerca de 6 millones de toneladas de exportaciones del poroto y sus derivados. La contracara vendría por el lado del trigo y el maíz», señaló.
Al respecto, indicó que en el caso del trigo, la cosecha proyectada en 9,5 millones de toneladas continuaría «entre las más bajas de la última década» para el cereal, lo que «no permitiría un incremento en el saldo exportable».
En el caso del maíz, explicó que la reducción del área sembrada causada por la brusca caída en el precio internacional que motivó a los productores a sembrar más soja, «impactará en una baja en la producción (23 Millones de toneladas frente a 25 millones de la campaña 201213) y, con mayor fuerza, en el saldo exportable».
«Todo esto sucede en un contexto de una tendencia a la baja en los precios de las principales commodities, presionados por cosechas históricas tanto en Sudamérica como en Estados Unidos», planteó.
En ese marco, proyectó que «las divisas que podrían ingresar por la comercialización de granos y subproductos alcanzan unos u$s 24.900 millones en 2014, lo que implica una caída de alrededor del 5% en dólares respecto a la campaña anterior».
Si bien aclaró que existe un remanente en grano para el caso de la soja, consideró que «la continuidad de la expectativa de devaluación, la falta de alternativas de inversión, y la poca confianza ante anuncios anteriores incumplidos, reducen las probabilidades de comercialización del grano stockeado».
«Por ahora, se consiguió el adelanto de financiamiento internacional por parte de las cerealeras. Lo que todavía no ha resultado, es la liquidación de soja por parte del productor primario, que se muestra reticente dado que otras medidas de este estilo finalmente fueron quedando a medio camino», destacó.
En este contexto, el informe pronosticó que, desde el punto de vista de la actividad, el agro «no será la gran estrella como lo fue en 2013».
«El incremento de 3 por ciento esperado en la cosecha total, impulsaría una mayor industrialización del grano. Sin embargo, en lo que respecta a la demanda de insumos y maquinaria relacionada, habrá que tener en cuenta que es mayor el efecto precios sobre el poder adquisitivo real del productor primario, lo que pondría un techo de crecimiento para los proveedores del campo», concluyó.
Fuente: Edición Rural