La alfalfa y el maíz forrajero tienen un rol fundamental en los sistemas productivos del país ya que poseen entre el 70 y el 90% de los nutrientes que se utilizan para alimentar al ganado en la producción láctea.
El crecimiento del sector implica la utilización de zonas poco aptas para agricultura y, por lo tanto, resulta de suma importancia el desarrollo de pasturas resistentes a sequías, plagas y fertilizantes para la industria lechera.
Bajo este panorama la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, a través del Fondo Argentino Sectorial (Fonarsec), otorgó un financiamiento de 15.857.142 de pesos a un consorcio público privado responsable del proyecto denominado Pasturas Argentinas (Pasarg) para la investigación y desarrollo genético de pasturas con mejores atributos para la forrajería resistentes al estrés abiótico y biótico.
Pablo Cerdán, investigador independiente del Instituto de Investigaciones Bioquímicas de Buenos Aires de la Fundación Instituto Leloir (Fil-Conicet), responsable del proyecto Pasarg, destacó que “los diferentes grupos de trabajo que participan del proyecto se integran en forma vertical en áreas temáticas que comprenden la tolerancia a estreses abióticos (sequía y salinidad), la resistencia a enfermedades y plagas (virus e insectos), el manejo de malezas (tolerancia a herbicidas) y la co-selección de inóculos y bioinductores (bacterias fijadoras de nitrógeno)”.
Fuente: La Opinión de Pergamino