Durante la campaña pasada se sembraron 1.480.000 hectáreas y la estimación para la actual es de 1.400.000 hectáreas. Durante el ciclo previo se registró la producción más baja de las últimas cuatro campañas.
Finalizado el relevamiento de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires sobre la intención de siembra, previo al inicio de la campaña de girasol, los resultados obtenidos permiten anticipar que la superficie tentativa a ocupar con este cultivo se ubicaría un 5% por debajo de lo sembrado durante la campaña pasada (girasol 2013/2014: 1.480.000 hectáreas).
En consecuencia, la primera estimación temprana de siembra es de 1.400.000 hectáreas, cifra que refleja la tercera caída de área consecutiva desde el 2011/2012 y se encuentra un -29% respecto del promedio histórico de los últimos 14 años.
A pocas semanas de comenzar la nueva campaña de girasol, el presente informe anticipa y desarrolla las principales variables que impactan sobre la intención de siembra de esta oleaginosa.
La actual intención de siembra de girasol se encuentra en parte sesgada por los resultados obtenidos durante el ciclo previo, en el cual se registró la producción más baja de las últimas cuatro campañas. De esta forma, durante el ciclo 2013/2014 el volumen acumulado se estimó en 2,3 millones de toneladas, lo que reflejó una caída interanual del 30% en comparación a las 3,3 millones de toneladas recolectadas durante el ciclo 2012/2013. Esta merma en la producción es explicada por dos grandes factores; por un lado, la menor área sembrada (-320.000 hectáreas versus campaña 2012/2013), y por otro, los malos rindes obtenidos en la mayoría de las zonas girasoleras debido a las malas condiciones hídricas que se produjeron a lo largo del ciclo.
Durante la campaña pasada, aproximadamente más del 65% del área cubierta con girasol se concentró en las zonas PAS ubicadas en el extremo sur del país. En el sudoeste de Buenos Aires y Sur de La Pampa, principal núcleo girasolero, la ausencia de precipitaciones entre diciembre y febrero provocó importantes pérdidas de área; al mismo tiempo se vieron afectadas las productividades a lo largo de toda la región.
Hacia el norte de La Pampa-oeste de Buenos Aires la humedad en los perfiles acompañó de mejor manera durante gran parte del ciclo del cultivo. En el sudeste de Buenos Aires la siembra de este cultivo se vio demorada debido a que las lluvias se sucedieron de manera tardía; si bien faltó humedad durante gran parte del ciclo, las productividades obtenidas fueron de buenas a muy buenas en comparación al resto de las zonas girasoleras del país.
Situación actual
La merma de superficie estimada en la actualidad no sólo responde a los magros resultados obtenidos durante la campaña 2013/2014 sino también al impacto de otras variables.
A pocos días de comenzar la siembra de girasol en las regiones NEA y centro-norte de Santa Fe, inicialmente se descartan posibles expansiones de área interanuales. La elevada humedad en los lotes, el precio de mercado y la presión que ejercen las aves influyen en gran medida en la toma de decisiones. La recuperación del área triguera sobre lotes que podrían haber sido ocupado de forma temprana con girasol es otro factor que limita el área que la oleaginosa podría ocupar en los próximos meses.
En paralelo, sobre gran parte del área agrícola nacional se registran desde óptima a excesiva humedad disponible en el perfil que afecta la recolección de soja, maíz y sorgo, como así también la siembra de los cultivos de invierno.
Asimismo, se destaca que en años húmedos el girasol es susceptible a enfermedades que causan podredumbres, incrementando el riesgo de pérdidas de área, rinde y de calidad en los granos a cosecha. Este riesgo potencial fue relevado en varias de las diferentes regiones bajo estudio y no solamente se encuentra asociado a la condición hídrica actual, sino también a la probabilidad de registrar un año climático húmedo del tipo “El Niño” desde inicios de la primavera. Por otro lado, es importante destacar que el productor opta por sembrar maíz y soja en años húmedos con el fin de aprovechar esta condición que favorece el desarrollo de estos cultivos.
En el extremo sur del área agrícola también se estima una reducción en la superficie a sembrar con este cultivo. Si bien las tareas de implantación en la mayoría de estas regiones comienzan desde mediados de octubre-noviembre, al presente informe ya se releva que en la zona hay una excesiva humedad, que a la fecha complicaría no sólo la preparación de los cuadros previo a la siembra (barbechos), sino que también podría verse comprometido el normal desarrollo de la misma.
Sobre el sudoeste de Buenos Aires-sur de La Pampa se aprecian desde adecuadas a óptimas condiciones de humedad como consecuencia de las continuas lluvias registradas, factor clave en esta zona debido a que los suelos presentan menor aptitud agrícola y una menor retención hídrica. En esta región el girasol logra un mejor desempeño agronómico en comparación al resto de los cultivos de grano grueso. Debido a estas condiciones, a la fecha no se estima una caída en la intención de siembra en comparación al ciclo previo.
Por otro lado otro importante factor es el actual retraso en los arrendamientos, situación que en el corto plazo impacta de forma negativa sobre la decisión de siembra del girasol, ya que es el cultivo de verano que presenta fechas de siembra más tempranas en comparación al maíz y la soja.
Fuente: La Opinión de Pergamino