La brecha entre los resultados y lo que puede expresar la genética supera el 20%. Impacto de la biotecnología.
Según el estudio sobre la campaña de soja 2013-2014 realizado por el Inta Marcos Juárez, y en cuanto a la calidad industrial, el problema fue “el bajo contenido de proteína que alcanzó el 37,2% y junto con la campaña 2012/2013 fueron los valores más bajos de los últimos 17 años”, explicó Martha Cuniberti, responsable del Laboratorio de Calidad Industrial y Valor Agregado de Cereales y Olea-ginosas del Instituto, quien agregó que “el contenido de proteína promedio en soja de primera fue de 36,3% y en soja de segunda fue de 38%, semejante a la cosecha 2012/2013?.
Cuniberti también señaló que “el contenido de aceite y el Profat fueron un 21,7% y un 58,4% respectivamente”. El promedio histórico registrado en aceite es del 22,7% y de Profat es del 61,2%.
«El rendimiento promedio nacional fue de 28,3 quintales por hectárea, 1,5 quintal por debajo de los 29,8 qq/ha registrados en 2006/07 (récord histórico mundial), y en Córdoba, los rendimientos parciales variaron de 20 a 50 qq/ha con un promedio de 30,4 qq/ha en la presente campaña, lo que representa una producción de 14.278.712 toneladas, un 25% más del ciclo anterior. Pero la última campaña sojera también se caracterizó por presentar valores bajos de contenido de proteína, aceite y Profat (indicador de calidad que mide el contenido conjunto de proteína y materia grasa)», detalló la ingeniera.
En relación a los problemas que se sucedieron durante la campaña, Cuniberti analizó que, “fue una campaña muy compleja que se caracterizó por olas de calor, malezas resistentes, ataques severos de bolillera, excesos hídricos, baja radiación y enfermedades de fin de ciclo”, y explicó que “se atenuaron porque descendieron las temperaturas y se realizaron controles químicos oportunos. Aunque se puede destacar que se observó muy buen llenado y tamaño de granos, con buen peso hectolítrico y peso de 1.000 granos, baja presencia de granos dañados y verdes, lo que contribuyó a los altos rindes logrados en algunas regiones”
Con 20,2 millones de hectáreas sembradas, la campaña actual pronta a finalizar (según el PAS de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires solo restan cosechar 100.000 hectáreas), y con una producción total estimada en 55,7 millones de toneladas, un 15% más que el ciclo anterior; «que la calidad no se la apropiada es un tema que debemos resolver. Las buenas condiciones ambientales en llenado de grano favorecieron el rendimiento, por lo que en varias zonas los rindes en soja de segunda fueron semejantes a los de primera, pero es necesario apuntar a los valores cualitativos también», expresó la especialista del INTA.
De acuerdo con Cuniberti, “el aspecto del grano se considera de bueno a muy bueno y el estado sanitario, en general, evidenció una baja incidencia de enfermedades de fin de ciclo y chinches. Las condiciones favorecieron el llenado de grano, y por ende al rendimiento, pero no a la calidad”.
Fuente: La Voz del Interior