Se trata del nabo silvestre y su resistencia fue comprobada en ensayos controlados bajo condiciones de invernadero y dosis-respuesta hasta 30 veces la dosis comercial.
La Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid) y la Red de Conocimiento en Malezas Resistentes (REM) encendieron las luces de alerta frente a la aparición comprobada de la maleza conocida como nabo silvestre o nabo salvaje (Brassica rapa)20-20, que apareció en lotes de Necochea y Balcarce, una Crucífera resistente al glifosato en la Argertina.
Se trata de una planta anual o bienal, de tallos erguidos, ramificados de hasta 1,5 m de altura. Hojas inferiores cortamente pecioladas, lirado-pinatífidas, dentadas, con lóbulo terminal grande. Hojas superiores lanceoladas, enteras, totalmente abrazadoras en la base. Hojas de pubescencia variable, las inferiores con pelos híspidos en la lámina.
Su aspecto físico muestra flores amarillas, dispuestas en racimos en los extremos de las ramas, con las flores abiertas superando en altura a los pimpollos. Pétalos amarillos de 7-12 mm de longitud, en cruz. El fruto se denomina silicuas bivalvas, lineales, cilíndricas, de 5-6 cm de largo, dehiscentes, terminadas en un rostro indehiscente.
Esta especie euroasiática, muy difundida como maleza de los cultivos, y adventicia en nuestro país, presente en las 23 provincias argentinas, es de ciclo invernal, florece de invierno y principios de primavera hasta fines del verano y es muy común vrfla en en potreros, rastrojos, a orilla de caminos, zanjas o, terraplenes de ferrocarril.
Las plantas resistentes fueron observadas como plantas aisladas o grupos extensos en cultivos de soja RR y en barbechos.
La resistencia al glifosato fue comprobada en ensayos controlados bajo condiciones de invernadero y dosis-respuesta hasta 30 veces la dosis comercial.
La resistencia a las 3 familias de herbicidas AHAS (imidazolinonas, sulfonilureas y triazolpirimidinas) fue comprobada mediante ensayos en invernadero a doble dosis comercial de imazapir, metsulfurón, clorimurón y diclosulam. Se probó, mediante test inmunológico, que la resistencia a glifosato es de origen transgénico.
Fuente: noticias agropecuarias