El maíz y la soja en campo propio emparejaron sus resultados económicos.
Los datos del Usda confirman menor demanda en los anualizados del principal exportador. En lo local siguen interesantes las ventas de maíz y soja en corto plazo y a cosecha. El dólar en alza fortalece la capacidad de pago.
La EEA Pergamino lanzó el informe quincenal el que analiza el mercado y la rentabilidad de los principales cultivos, contiene las cotizaciones de la última semana y de la anterior del mercado local (Mercado a Término de Buenos Aires & Rosario) y de EE.UU. (Chicago y Kansas).
El doctor Reinaldo Muñoz, jefe de Economía de la EEA Pergamino, en esta oportunidad realizó un resumen de lo ocurrido durante la última quincena.
En la Bolsa de Chicago (EE.UU.), y para los contratos cercanos (marzo), el informe del Usda (Departamento de Agricultura de Estados Unidos) del 9 de este mes mostraron precios en baja de la soja, el trigo y el maíz, en medio de la última semana. Luego y hasta el cierre hubo una recuperación, cerrando la soja en 320,8 u$s/t el maíz 141,2 u$s/t y el trigo de Chicago y Kansas a 168 y 163 u$s/t, respectivamente. Por su parte, los aceites vegetales se recuperaron, con alzas en el año y esta vez a pesar de la merma del petróleo.
Esto resume una coyuntura de precios bajos para los granos pero, a la vez, siguen quedando al margen de las caídas de precios más fuertes de activos como el petróleo, metales y otros.
Entre los datos del informe de oferta y demanda de febrero del Usda se destaca el aumento de las existencias de soja, maíz y de trigo en EE.UU., por encima de las expectativas. A nivel mundial los saldos de la soja, el maíz y el trigo siguen entre los más altos históricos.
Se estimó en alza la cosecha en la Argentina. La cosecha brasileña de maíz sería de 84 millones de toneladas (81,5 toneladas mes anterior) y sus exportaciones de 28 millones de toneladas (25,5 toneladas mes anterior).
El mercado está pendiente de la demanda de exportación de los EE.UU., el clima en Sudamérica, las ventas de los productores de los países líderes y los niveles de remanentes.
Sin embargo, no hay noticias ni novedades que puedan cambiar la tendencia del mercado que es lateral a bajista. Algunos operadores estimaron que sólo bajas de siembras en la primavera del hemisferio norte podrían tonificar los precios. Hay expectativas en este sentido pero faltan meses para confirmarlo.
Los exportadores de los EE.UU. vienen con ventas debilitadas y mes a mes reconociendo menores montos anualizados de trigo, maíz y soja, y ganancias de otros países competidores. El mercado tiene una enorme competencia en los países emergentes.
Lo más probable, según los operadores, es que siga la tendencia lateralizada de los precios hasta que alguna novedad propia o externa pueda cambiar.
Sin embargo, hay temores de un derrame generalizado de bajas que arrastre a los activos agroalimentarios. Esto sería de altísimo impacto para la campaña 2016/2017.
Mercado local
En el mercado local los resultados proyectados de las cosechas siguen ajustados. El tipo de cambio ayudó en la capacidad de pago porque la desvalorización de un mes a esta parte permitió cierto reacomodamiento.
El maíz y la soja en campo propio y la zona núcleo emparejaron sus resultados económicos. Antes dicha relación era de 2,5 a favor de la soja. Ambos cultivos darían renta positiva si se alcanzaran los rindes promedio de esa región para los precios a cosecha de los mercados futuros.
La volatilidad extrema de corto plazo sigue dominando al mercado global bursátil. La aversión al riesgo se plasma en la revalorización de los valores refugio como el oro, que alcanzó a 1.255 u$s/onza, que no tocaba desde febrero del año pasado.
Con respecto al petróleo, además de la fuerte baja, su análisis a futuro sigue incierto. Brevemente las explicaciones posibles pasan por la forma de extracción y por la competitividad de los países exportadores. El aumento de la extracción en el sistema internacional ha generado una mayor oferta y por tanto un descenso del precio por la ley de oferta y demanda.
La desaceleración de países emergentes como China o India ha disminuido su demanda. Actualmente, las naciones dentro y fuera de la Opep (Organización de Países Exportadores de Petróleo) intentan un acuerdo para reducir la producción de petróleo y aumentar los precios.
Por otro lado, eliminar a competidores como Rusia, Venezuela o EE.UU. hace muy difícil alcanzar un acuerdo. Además, si se cumplen las previsiones, Irán se sumaría con el fin de las sanciones comerciales e ingresaría al sistema 500 mil barriles diarios los primeros seis meses y un millón de barriles a fines de este año. Todo hace ver muy difícil un acuerdo sin un beneficio equitativo al aumentar el precio por barril.
Como corolario, los cambios en los granos tienen que venir del sector externo y para ello hay una batería de posibilidades. Una es la merma de área de cultivos en 2016. Esta importante decisión en el petróleo es reducir la oferta futura, nada fácil para la soja, el maíz y el trigo.
En lo local, las oportunidades de ventas de soja en disponible y de maíz a cosecha pueden ser volátiles y la estrategia sería aprovecharlas.
Fuente: La Opinión de Pergamino