Las medidas implementadas por el Gobierno de Mauricio Macri que favorecieron al campo aún no afectaron al mercado de la tierra.
Así lo sostuvo Cristian Beláustegui presidente de la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (CAIR) y directivo de Compañía Argentina de Tierras (CAT) en diálogo con este diario cuando dijo que entre enero y febrero no se observaron más operaciones que las habituales. «Hay una demanda muy tranquila», señaló.
Según dijo, desde el sector se está a la expectativa de cómo va a terminar esta campaña. Y, en ese punto, recordó que si bien se eliminaron las restricciones al comercio de granos y se quitaron las retenciones a la soja, principal cultivo en la Argentina, sólo se bajó en 5 puntos porcentuales. «Además, con el contexto inflacionario donde los costos acompañan los precios de los productos, hay una actitud de prudencia en los inversores», sostuvo.
El valor de la tierra en la zona núcleo continúa, desde diciembre, en torno a los u$s 12.000 y u$s 14.000 la hectárea. «Lo bueno es que en la Argentina el ajuste ya se hizo en 2011, entonces cuando se lo compara con otros países, como Brasil o EE.UU., para el caso de inversores extranjeros, tiene valores muy competitivos respecto a la productividad de estas tierras», explicó.
Sin embargo, recordó que la ley de tierras, que limitan al 15% del territorio nacional rural a estar en manos extranjeras, en algunas localidades representa una restricción, no tanto desde el punto de vista de la superficie sino por la falta de reglamentación y la adecuación.
De hecho, el Índice de Actividad del Mercado Inmobiliario Rural (InCAIR) cayó 3,10 puntos en enero respecto de diciembre, a 26,44, indicó ayer CAIR. Este índice de «elaboración mensual e ininterrumpida desde hace más dos años refleja la actividad del mercado inmobiliario rural en la República Argentina», la compra y venta de campos y establecimientos, indicó la entidad.
Javier Christensen, miembro de la Comisión Directiva de la Cámara y responsable del InCAIR, aseguró que «el índice de enero fue del 26,44%, un poco menos que el de diciembre del año pasado por el marcado efecto estacional».
«Pero a su vez se registró que fuera 6 puntos más alto que el mismo índice de enero de 2015. Es de esperar que volvamos a la tendencia positiva de las anteriores mediciones por las expectativas propias del mercado», afirmó el dirigente.
La base del índice es de 97,5 puntos, que corresponde en forma histórica a su pico máximo de actividad registrada en septiembre de 2011.