La Bolsa de Comercio de Rosario dijo que disminuirá la intensidad de las tormentas.
«Están dadas las condiciones para que sigan funcionando los mecanismos de lluvias, pero lo que ocurrirá durante el otoño es que las intensidades de las tormentas van a tender a disminuir», dijo ayer José Luis Aiello, director científico de la Guía Estratégica para el Agro (GEA), la entidad dependiente de la Bolsa de Comercio de Rosario que releva el clima y la condición de los cultivos sobre la zona agrícola núcleo de la Argentina.
En plena cosecha de granos gruesos, la GEA advirtió que las abundantes lluvias registradas durante los últimos días en el sur santafecino, en el norte de Buenos Aires y, sobre todo, en el centro de las provincias de Santa Fe y de Entre Ríos, que dejaron más de 200 milímetros acumulados, encendieron las alarmas. «Con un avance de la recolección de la soja de primera sobre el 35% de la superficie apta y de la del maíz sobre el 60% del área, el clima sigue acechando sobre el volumen y sobre la calidad de los granos, en un tramo fundamental de la campaña», señaló la entidad.
A partir de la disminución en la intensidad de los fenómenos, Aiello destacó que «exceptuando situaciones específicas, que estarán concentradas en subregiones de poca extensión territorial, no veo mayores inconvenientes para las tareas de recolección en la zona núcleo».
Acerca de la continuidad de El Niño, el especialista dijo que el fenómeno opera entre noviembre y marzo. «A partir de abril, la convergencia intertropical (cinturón de baja presión constituido por corrientes de aire ascendente, donde convergen grandes masas de aire cálido y húmedo trópico), que se encuentra ahora un poco al sur del Ecuador y que es donde se forman las mayores estructuras de nubes, empieza a correrse hacia el hemisferio norte. Por lo tanto, los flujos de humedad que llegan desde el Norte son de menores intensidades. Por eso, si bien hay aún en el Pacífico un «Niño residual», los efectos en la provisión de lluvias sobre nuestra región agropecuaria serán más leves.»
Para el invierno, Aiello estimó condiciones «cuasi normales», con marcas térmicas algo mayores a las habituales. «Es crítico volver a tener una idea de las variables que modulan los efectos del Pacífico a partir de agosto, momento en el que debemos emitir una visión más acabada para la primavera y el verano», explicó el especialista.
Fuente: La Nación