Según la industria, las compras podrían subir un 30% en el segundo semestre.
La industria local de agroquímicos alertó al Gobierno por un posible «aluvión» de productos terminados que vienen de China y aumentará su ritmo de entrada en los próximos meses. En el primer semestre del año, la importación de productos terminados alcanzó los 31,4 millones de litros por US$ 224,1 millones.
Son productos genéricos y es un volumen similar a igual período de 2015 (30 millones de litros). Sin embargo, según señaló a LA NACION Marco Prenna, presidente de la Cámara de la Industria Argentina de Fertilizantes y Agroquímicos (Ciafa), en el último tiempo se registró un mayor movimiento importador y se espera que en el segundo semestre se importe un 30% más.
Prenna sostiene que la capacidad de producción de productos terminados de la industria local alcanza para abastecer el mercado interno e incluso sobra. Quiere decir que la mayor importación no será por un crecimiento de la demanda debido al aumento de la superficie agrícola, sino por «un mayor nivel de apertura de las importaciones», dijo el presidente de la cámara, que agrupa a 35 firmas de fitosanitarios. Según sus cálculos, la importación de productos terminados alcanzó en todo 2015 a casi US$ 600 millones y saltaría a no menos de 750 millones este año.
La industria de agroquímicos ocupa a unas 5000 personas de manera directa y a otras 17.000 de manera indirecta. «Estamos preocupados porque, si no se toman medidas, el daño puede ser importante», afirmó Prenna.
Los empresarios piden que se apliquen licencias no automáticas a cerca de un 30% de productos. Aclaran que no lo piden como una medida para frenar la importación, sino para que se apliquen controles a los productos terminados que llegan de China, con problemas de calidad, a juicio de los industriales locales.
Para Prenna, el Gobierno debe tomar medidas «antes de que el daño a la industria sea importante». En mayo, la producción de agroquímicos cayó un 16,9% respecto del mismo mes de 2015. Prenna señaló que la cámara le hizo llegar su preocupación a los ministerios de Agroindustria y Producción.
Fernando Bertello para La Nación