La idea de instituir el 14 de agosto como fecha de conmemoración surgió en los años 20 de un grupo de socios de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. Referentes del sector analizan el momento por el que atraviesan.
La idea de establecer un día en homenaje a los cerealistas tuvo origen en un grupo de socios de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. A partir de esa iniciativa comenzaron a festejar en forma alternada entre Rosario y Buenos Aires el 14 de agosto como Día del Cerealista.
Con el transcurso del tiempo y a través de instituciones gremiales, entidades de otras partes del país comenzaron a sumarse a la celebración hasta que finalmente todo el país estableció esa fecha como el Día del Cerealista.
Las conmemoraciones no se limitaban ni se limitan simplemente a una circunstancia festiva sino que eran reflejo del esfuerzo ante las vicisitudes de la agricultura y de los logros obtenidos mediante ese esfuerzo. Durante las primeras épocas la lucha se dio ante las barreras arancelarias y para dar impulso a una legislación inteligente y equitativa sobre los latifundios y la subdivisión de tierras.
El 1º de diciembre de 1964 fue creada en Pergamino la Sociedad de Cerealistas del Norte de la provincia de Buenos Aires con el claro objetivo de defender los intereses del productor agrario. La entidad es hija directa del Centro Agropecuario del Norte de la provincia de Buenos Aires, fundado el 23 de julio de 1961 por Héctor Coltrinari.
Han pasado 48 años y la entidad continúa con los mismos propósitos: fundamentar su accionar promoviendo la vinculación entre sí del mayor número de acopiadores debidamente autorizados; procurando llegar hasta ellos con la mayor y mejor información y brindando a los socios asesoramiento gremial, impositivo y legal.
Roberto Riva
El contador Roberto Riva, presidente de la Sociedad de Cerealistas del Norte de la provincia de Buenos Aires, se refirió a la actualidad del sector: “Venimos saliendo de una sequía muy grave que implicó una disminución de los rindes en la zona núcleo, sobre todo en maíz pero también en soja se obtuvieron resultados que no fueron los esperados, teniendo en cuenta que la inmensa mayoría de los productores aplica tecnología de punta”, sostuvo Riva.
Con respecto al trigo, el presidente de la Sociedad de Cerealistas comentó: “Hay una disminución notoria en el área sembrada y como consecuencia habrá menos producción. Esto tiene que ver con un mercado sumamente volátil, lo que impide al productor tener una idea clara sobre los resultados antes de encarar la campaña, es decir que además de calcular los riesgos y evaluar las condiciones climáticas, hay que tener en cuenta también si luego va a poder vender lo que cosecha, lo que complica el ejercicio de la actividad, especialmente en lo que hace a los cultivos tradicionales (soja, maíz y trigo)”.
Por otra parte, Roberto Riva hizo referencia a la sequía en Estados Unidos y a su influencia sobre el mercado de maíz: “Estados Unidos está atravesando la sequía más grave de los últimos 25 años y que va a producir un desajuste muy grande en la disponibilidad de maíz. Esta situación ha creado un inmejorable precio internacional para el producto y es necesario que existan reglas de juego claras para de esta manera aprovechar la coyuntura internacional”.
En lo que hace a la actividad del acopio de cereales en particular, Riva señaló que los problemas de mayor importancia son “el transporte, la relación con los sindicatos, especialmente el de Choferes de Camiones y la Uatre y la armonización de las plantas de acopio con el medio ambiente: la historia nos cuenta que las estaciones de acopio surgieron como una extensión de los almacenes de ramos generales, en las proximidades de las estaciones de ferrocarril de los pueblos, en la actualidad esa situación ha generado inconvenientes de carácter ambiental y obligará a realizar un trabajo para adaptarnos a los tiempos que corren, hay varias empresas que están empezando a generar los cambios que hacen falta en este aspecto”.
Sede Pergamino
En 2006 los socios de la Sociedad de Cerealistas del Norte de la provincia de Buenos Aires comenzaron a edificar su nueva sede, ubicada en Pueyrredón 371.
Contará con cuatro plantas de 330 metros cubiertos cada una. En el subsuelo se construirá una cochera con capacidad para unos 20 vehículos. La planta baja y el primer piso estarán destinados a oficinas; en el segundo nivel habrá un auditorio, regulable según la cantidad de asistentes, el que se equipará con la última tecnología de audio y video; mientras que en la tercera planta se construirá un salón para eventos, a su vez comunicado con el auditorio. La circulación entre plantas será independiente, y a su vez estarán comunicadas entre sí. Además, la fachada tendrá una fuerte presencia institucional, acorde con la importancia que reviste la entidad del norte de la provincia de Buenos Aires.
LA OPINION habló con el contador Héctor Daniel Zanelli, gerente de la sede local de la Sociedad de Cerealistas, que se refirió a la actualidad en el orden institucional de la entidad.
“Seguimos trabajando en forma muy intensa para brindarle al cerealista el mejor asesoramiento legal, gremial y técnico. Nuestro objetivo sigue siendo el mismo desde el primer día y es la defensa del sector primario de granos, es decir, el acopio de cereales”, empezó diciendo Zanelli en su entrevista con el Diario y agregó: “Siguen adelante las obras de nuestra nueva sede, que son lentas pero continuas, todavía no tenemos una fecha precisa de inauguración pero esperamos que sea pronto”.
Además, Zanelli explicó: “La Sociedad de Cerealistas intenta estar al día con los adelantos tecnológicos que surgen para el sector, organiza jornadas, simposios y congresos, asesora en lo que respecta a las novedades impositivas y laborales y brinda otros servicios en general para el acopiador”.
En lo que respecta al ejercicio de la actividad cerealista y a los servicios que presta la entidad, Héctor Daniel Zanelli sostuvo: “Intentamos estar siempre presentes ya que hoy por hoy los requerimientos de cada uno de los sectores son mayores a los de otras épocas”.
Fuente: La Opinión de Pergamino