Octubre cerró con una suba de 1,8% y pronostican una aceleración en los últimos meses del año por factores estacionales; el año cerraría arriba de 26%
Mientras todas las miradas, después de las elecciones, se concentran en lo que puede pasar con el dólar y las reservas, la inflación sigue su curso y acaba de cerrar octubre con un aumento en torno al 2 por ciento y con una peligrosa tendencia a la suba.
De acuerdo con la mayoría de las estimaciones de las consultoras y analistas privados, el costo de vida en el mes que finalizó ayer se ubicó entre 1,8 y 1,9 por ciento, aunque se descuenta que en el último tramo del año se producirá una aceleración de los precios por factores estacionales, con lo cual 2013 terminará con una inflación anual superior al 26 por ciento.
«En el caso de los alimentos ya estuvimos viendo aumentos en carnes y harinas, y ahora el gran interrogante que se abre es qué puede pasar una vez que pasaron las elecciones», señaló Fausto Spotorno, economista jefe del estudio Orlando J. Ferreres, que proyecta para octubre un alza del 1,8 por ciento en el costo de vida.
Carlos Melconian tiene una mirada aun más preocupante acerca del impacto de la inflación, y estima que octubre cerró una suba de 2,2 por ciento, mientras que a fin de año llegará a 26 por ciento. «En octubre todo volvió a subir, desde los taxis hasta los alimentos y las bebidas, pasando por el personal doméstico y la indumentaria. Estamos viendo una inflación generalizada y pareja en casi todos los rubros», señaló el economista del estudio M&S.
Su colega Camilo Tiscornia también alerta sobre un proceso generalizado de aumentos. «En octubre los alimentos siguieron creciendo a una tasa de 2 por ciento, y también vimos subas importantes en taxis y medicamentos. A este ritmo estamos proyectando cerrar el año con una inflación en torno al 25 por ciento», señaló el economista.
En voz baja, otro economista que prefiere seguir sin dar a conocer su nombre tras las sanciones que impulsó Guillermo Moreno contra las consultoras privadas sostiene que la política oficial parece basada en una administración de los aumentos. «Todos los meses aparece algo. Es como si el Gobierno se esforzara para que los aumentos no lleguen todos juntos y los va autorizando por etapas», explicó el analista.
ESTANFLACIÓN EN PUERTA
Por su parte, en Finsoport alertan sobre el peligro de que la inflación está tendiendo a convertirse en un problema crónico de la economía argentina y que escapa a factores coyunturales. «La tasa de inflación se encuentra firmemente instalada en un nivel que oscila en el 2% mensual, a pesar de la desaceleración de la economía y del hecho de que en los últimos doce meses la expansión monetaria ha sido menor que a lo largo de 2012», explica un informe de la firma que preside el ex viceministro de Economía Jorge Todesca.
Tras un septiembre relativamente tranquilo, la aceleración de los precios también es confirmada por la consultora Elypsis, que en febrero de este año comenzó a relevar los valores de venta al público de los artículos que comercializan las cadenas de supermercados y casas de electrodomésticos.
«La inflación consolidó la reaceleración iniciada a principios de octubre, con una suba acumulada en las últimas cuatro semanas de 1,9%, lo que en términos anualizados alcanza una tasa de 27,4%», destacó el informe de la consultora liderada por Eduardo Levy Yeyati y Luciano Cohan.
En Elypsis además precisaron que en la última semana se registraron aumentos en 28,1% de los más de 150.000 artículos que relevan en forma semanal. Por rubros, las frutas lideraron los aumentos, con una suba promedio de 11,9 por ciento, seguido por los panificados, cereales y pastas, que registraron un alza de 3,2%, en línea con el aumento que sufrió su principal materia prima: la harina de trigo.
Los economistas privados además alertan que lo peor está por venir, debido básicamente a factores estacionales. «Quedan por delante dos meses duros en materia de inflación, especialmente diciembre, que tradicionalmente es uno los que concentran mayores aumentos por las Fiestas y el inicio de las vacaciones», señaló Spotorno.
El economista del estudio Orlando J. Ferreres destaca que el riesgo de una aceleración de la inflación se explica, entre otros factores, por la falta de decisión oficial de implantar cambios en su política económica. «La inflación nunca fue una prioridad para el Gobierno y menos ahora, que están todos concentrados en controlar el dólar y en ver cómo hacer para frenar la pérdida de reservas. De hecho, la política oficial en los últimos meses fue priorizar la aceleración de la devaluación con la mira puesta en evitar una pérdida mayor de competitividad del tipo de cambio, aun a riesgo de empujar la inflación», señaló el economista.
Por Alfredo Sainz | LA NACION