Empresarios le dijeron a la ministra Giorgi que en el primer trimestre hubo bajas de más del 40%.
Una decena de industriales de la maquinaria agrícola le planteó a la ministra de Industria, Débora Giorgi, su preocupación por la fuerte caída en las ventas en el primer trimestre del año. En el encuentro le dijeron a la funcionaria que las operaciones bajaron un 40% o más respecto de igual período de 2013 y que la capacidad ociosa de las empresas, que en los últimos años invirtieron para vender a un mercado de mayor volumen, en la actualidad se ubica entre un 40 y un 50 por ciento.
Los empresarios, agrupados en la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (Cafma), pidieron, además, que el Gobierno pague beneficios adeudados con el sector, entre otros, el IVA técnico (compensa la compra de insumos al 21% contra la venta del producto terminado al 10,5%), los reintegros a la exportación (la maquinaria tributa un 5% de retenciones y tiene un reintegro del 6%) y un bono del 14% que se creó en 2001 cuando se eliminaron derechos de importación para bienes de inversión.
«Las deudas superan el año», graficó un empresario que asistió a la reunión realizada el miércoles pasado y que pidió reserva de su nombre.
Estos puntos quedaron plasmados en un documento que se le entregó a la ministra de Industria al término de la reunión.
Por otra parte, los empresarios solicitaron «tasas interesantes» para la compra de equipos.
La ministra prometió respuestas ante el panorama que escuchó de los empresarios.
«Le mostramos la realidad de las fábricas de maquinaria agrícola, que están con un 40 a 50% menos de ventas y un 50% de capacidad ociosa en el primer trimestre de 2014 versus el primer trimestre de 2013», graficó uno de los empresarios.
Según un informe del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de 2011, en el país el sector de la maquinaria agrícola involucra a 730 pymes con 90.000 puestos de trabajo, entre personal directo e indirecto. El 85% de esas pymes está en pequeñas ciudades del interior, en especial en las provincias de Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires.
«Se hizo hincapié en la baja de las ventas, en la caída de la actividad y del financiamiento», acotó otro industrial. Un tercer empresario coincidió con el dato de la merma en las operaciones y subrayó que «seguramente» esa retracción en el primer trimestre del año ronda «30 a 40 por ciento» contra el mismo lapso del año pasado.
Adrián Tittarelli, economista especializado en maquinaria agrícola de PWC Argentina, explicó a LA NACION que esta situación se produce pese a que, tras la devaluación y la expectativa de una cosecha de soja favorable, el productor puede aspirar a una mejor rentabilidad.
«A pesar de que el productor cuando sembró el dólar estaba a $ 5,70 y ahora va a cosechar con un valor a $ 8 y puede tener más rentabilidad, las ventas no se motorizan», señaló el especialista, que remarcó: «En promedio, las ventas estuvieron un 40% abajo en el primer trimestre, aunque en algunos sectores de la maquinaria puede ser mayor ese porcentaje y en otros, menor».
Los empresarios pidieron a Giorgi un financiamiento accesible para las ventas, ya que en los últimos años alrededor del 70% de las operaciones se hizo mediante crédito.
El año pasado, el Banco Nación financiaba primero a una tasa del 12% y luego ofreció una línea específica subsidiada al 6,5%. Tras la devaluación, hay líneas al 17,5%, incluso de bancos privados que están obligados a destinar 5% de sus depósitos a créditos para la inversión productiva en general.
«Necesitamos que el crédito sea ágil», relató otro empresario, que agregó: «En algunos bancos privados ese cupo [del 5%] no siempre está disponible y la ministra nos dijo que informemos cuáles son».
Jorge Scoppa, presidente de la Federación Argentina de Contratistas de Máquinas Agrícolas (Facma), actores que compran más del 70% de las cosechadoras y del 50% de los tractores en el país, afirmó que pese a la cosecha récord de soja «no queda margen para la inversión» en maquinaria.
«Por más que tengamos una buena cosecha, no queda margen para la inversión porque tenemos más gastos y el crédito está caro», explicó.
Según el presidente de Facma, otro factor que desalienta negocios es la suba de precios en los equipos agrícolas. Graficó, por ejemplo, que una cosechadora grande importada que el año pasado costaba US$ 400.000 hoy ya vale US$ 600.000, que un tractor de mediana potencia, también importado, aumentó de 120.000 a US$ 180.000 y que una tolva para trasladar granos, de producción local, que estaba en 250.000 pesos ahora está en 400.000..
Por Fernando Bertello | LA NACIÓN