PERGAMINO, Argentina, 6 ene (Reuters) – El sol parece abrir grietas en los caminos de tierra de Pergamino, donde muchas plantas de maíz y soja están abatidas por la sequía, con las hojas caídas y colores amarillos donde debía predominar el verde.
En pleno corazón agrícola de Argentina, uno de los mayores exportadores mundiales de alimentos, los productores asisten diariamente a un desmejoramiento de sus cultivos ante la falta de lluvias que provoca el fenómeno La Niña, que podría llevarlos a la quiebra en un ciclo en el que hicieron fuertes inversiones.
Con pérdidas que podrían alcanzar al 40 por ciento del potencial del maíz y al 30 por ciento de la soja, los agricultores miran todos los días el cielo y el pronóstico meteorológico, que anuncia para la semana que viene unas lluvias cuya ausencia podría significar una catástrofe.
«El estado de ánimo de los productores es malo porque fue una campaña de mucha inversión, con campos arrendados a valores muy altos y costos de insumos crecientes», explicó Nicolás Jelicich, un pequeño productor del área de Pergamino, unos 230 kilómetros al noroeste de Buenos Aires.
La dramática situación está impulsando día a día los precios de los granos en el influyente mercado de Chicago, ya que Argentina es una referencia mundial en soja y maíz.
«Lo que a uno le provoca una tristeza marcada es este extremo de sequía. Porque una cosa es convivir con restricción de agua y otra es esta situación extrema, para la que no hay herramienta que valga», añadió Jelicich.
Las lluvias alcanzaron en Pergamino -donde se encuentran las mejores tierras del país- alrededor de 450 milímetros en lo que va del año productivo iniciado en abril del 2011, muy cerca del nivel que había para esta época en la histórica sequía de 2008/09, que concluyó con 650 milímetros.
«Yo creo que esta campaña va a terminar con serios quebrantos para mucha gente. En campo alquilado, seguro», dijo Jorge Bianciotto, administrador de la estancia La Lucila, que tiene 2.300 héctareas en las que se producen soja, maíz y trigo.
En Argentina, alrededor del 70 por ciento de los agricultores trabajan sobre tierras alquiladas, lo que significa un importante costo adicional. En el núcleo productor del país, el alquiler de una hectárea ronda los 550 dólares, de acuerdo con la Compañía Argentina de Tierras.
La elevada inflación de la nación sudamericana, que en el 2011 fue cercana al 25 por ciento -según estimaciones privadas-, subió también los costos de los insumos agrícolas.
En busca de alternativas ante la crítica coyuntura, los productores de la región tenían previsto reunirse el viernes.
«Intentaremos levantar el ánimo porque con falta de ánimo se toman malas decisiones», afirmó Bianciotto, que es miembro de la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (Aacrea), que aúna a productores rurales.
Argentina es el mayor exportador mundial de aceite y harina de soja y el segundo de maíz.
COSECHAS EN RIESGO
Para que la falta de humedad no golpee las plantas en el período clave de floración, en el que actualmente se encuentra la mayor parte de los cultivos del país, muchos agricultores demoraron la siembra de una parte del maíz.
La situación de la soja todavía no es tan difícil porque aún no alcanzó su período crítico de desarrollo -cuando más necesita las lluvias-, aunque su estado podría agravarse si no llueve.
«En lo que es soja, si el agua no aparece rápido no me extrañaría llegar a tener los mismos niveles de pérdida, incluso algo superiores, respecto de la sequía del 2008», aseguró Adrián Poletti, analista de la consultora Incrementar, con sede en Pergamino.
En la temporada 2008/09, la feroz sequía se devoró un 40 por ciento de la producción de soja, que fue de apenas 31 millones de toneladas, mientras que la de maíz fue de 13,1 millones.
En la campaña 2010/11, la producción de soja fue de 48,9 millones de toneladas y la de maíz de 22,9 millones.
Jelicich estima que perderá más de la mitad del maíz que sembró tempranamente, pero que el cereal implantado de forma tardía no tendría grandes mermas de rendimientos si llueve la semana próxima.
Aunque todavía es temprano para conocer la magnitud del daño que podría causar la sequía, muchos analistas ya rebajaron en 2 millones de toneladas sus estimaciones para la cosecha de maíz, que originalmente estaba prevista en un récord de 30 millones de toneladas por el Ministerio de Agricultura.
Algunos creen que la producción del cereal apenas superará los 20 millones de toneladas.
El ministerio agrícola estima una cosecha de soja de entre 52 millones y 53 millones de toneladas, un volumen que muchos expertos creen que también podría sufrir un amplio recorte.
Por Nicolás Misculin.
Publicado en Agencia Reuters, el 6 de enero de 2012.