Entre las más afectadas se encuentran las pymes industriales. Dificultades para acceder a insumos.
Las trabas a la importación afectan a las exportaciones de distintas empresas del sector industrial, que no tienen acceso a los insumos que necesitan para sus procesos productivos.
Así lo señala un estudio de la Fundación Observatorio Pyme, según el cual las pequeñas y medianas empresas con perfil exportador «tienen una mayor dependencia de los insumos y máquinas importadas que las no exportadoras» y, a la vez, «presentan mayores dificultades para sustituir estas compras».
Según el informe, el año pasado el 21% de las pymes industriales logró exportar sus productos «y el 62% demandó insumos y/o bienes de capital importados». Y agrega que «mientras que el 56% del total de las empresas usaron insumos fabricados en el exterior, el 46% adquirió maquinaria y equipo de ese origen». Por lo tanto, «un conjunto amplio de pymes industriales depende en alguna medida de los mercados externos para realizar su actividad productiva».
En este contexto, las declaraciones juradas anticipadas de importación (DJAI), que el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, estableció como un mecanismo para limitar las compras al exterior, constituyen un limitante para el normal desempeño de las pymes («aquellas empresas que ocupan entre 10 y 200 personas, no forman parte de grupos económicos y facturan en promedio menos de $ 30 millones anuales», define el estudio).
«Las pymes muestran un mayor grado de integracion productiva nacional que el resto de la industria. ¿Por qué castigarlas con el racionamiento de divisas, cuando ellas son parte de la solucion y no del problema?», se pregunta Vicente Donato, director de la Fundación. «La demanda de divisas para importar insumos de las pymes apenas alcanza el 5% del total de las importaciones de insumos del conjunto de la economía (unos US$ 1000 millones anuales)», agrega el especialista.
Según la entidad, que llevó a cabo una encuesta entre las pymes industriales entre noviembre de 2012 y abril de este año, los controles oficiales generaron dificultades para importar insumos o maquinarias al 64% de las empresas. Entre los sectores más afectados por las dificultades para importar insumos están textiles, aparatos eléctricos y productos de cuero y calzado, mientras que las firmas de papel y edición, automotores y autopartes y vidrio y cerámica fueron las más complicadas por las dificultades para comprar maquinaria importada.
Según publicó La Nación, en la Cámara de Importadores (CIRA) advierten que las trabas a la importación no afectan sólo a las pymes, sino también a las firmas industriales en general. «Las pymes son las que lo padecen más, porque tienen menos espalda para resistir, pero el problema abarca a toda la industria», dijo Miguel Ponce, vocero de la cámara, quien añadió que, como consecuencia, en algunas empresas «se han adelantado vacaciones y se han suspendido horas extras».
Ponce, además, coincidió con el Observatorio al señalar que «muchas exportaciones no se pudieron cumplimentar porque no llegaron en tiempo y forma los bienes de capital y los insumos necesarios para los procesos productivos».
Según el Indec, en 2012, cuando entraron en vigor las DJAI, las importaciones de bienes de capital se desplomaron 13%, mientras que en los bienes intermedios y en las partes y piezas para bienes de capital la baja fue de 8 y 5%, respectivamente. En el acumulado de los primeros ocho meses de 2013, las importaciones de bienes de capital y de sus piezas y accesorios crecieron frente al mismo período de 2012, pero aún están por debajo de los niveles de 2011.
Según Ponce, entre los productos con mayores dificultades para importarse están las bombas y partes para la industria eléctrica, tintas, repuestos para líneas de producción de autopartes y reactivos de uso médico, ninguno de los cuales se producen en el país. El vocero de la CIRA añadió que más del 82% de lo que se importa se destina a la industria; «por lo tanto, las demoras en la aprobación de las DJAI son un freno a la industria».
En la CIRA, en tanto, sostienen que las políticas oficiales deberían privilegiar a la producción, la exportación y la mano de obra sobre el superávit comercial, y que se debería «desdramatizar» la no obtención de la meta oficial.
Fuente: Infocampo