Se debe a su mayor rusticidad en ambientes marginales y a su bajo costo por kilo de materia seca producida. Durante ocho campañas desde el Inta evaluaron más de 85 híbridos, agrupados en cinco tipos de acuerdo a sus características morfológicas.
La utilización de silajes de sorgo en sistemas ganaderos de la Cuenca del Salado se ha incrementado notoriamente, sobre todo debido a su mayor rusticidad en ambientes marginales y a su bajo costo por kilo de materia seca producida. Sin embargo, la altísima variabilidad genética que existe entre distintos tipos morfológicos, sumado a la constante aparición de nuevos materiales año a año, muchas veces dificulta la elección del híbrido a ensilar.
Como ayuda para la toma de decisiones, desde el año 2005 el Inta viene desarrollando distintas experiencias en campos de productores de la zona norte de la Cuenca de Salado, trabajando en aspectos referidos al comportamiento de diferentes híbridos, el manejo del pastoreo y el seguimiento del estado corporal de los rodeos.
Según comentan los técnicos, “durante ocho campañas (2005 a 2012) desde el Inta se evaluaron más de 85 híbridos, agrupados en cinco tipos de acuerdo a sus características morfológicas: Fotosensitivo, Sudán, Granífero, Doble propósito y Nervadura marrón o BMR”.
Con el trabajo se pudo observar “en cuanto a rendimiento total que los híbridos típicamente forrajeros (Sudán y Fotosensitivos) presentan, en promedio, mayores potenciales de materia seca que los BMR y graníferos, debido a que son materiales muy voluminosos, de gran altura y alto porcentaje de tallo, respecto a otro tipo de materiales más compactos y más balanceados entre sus componentes (hoja-tallo-panoja).
Por otro lado, en cuanto a digestibilidad por tipo de material se notó que “ocurre lo contrario, puesto que aquellos materiales voluminosos con alta fibra (sudán y fotosensitivos) presentan valores de digestibilidad muy bajos, mientras que otros materiales más balanceados, con mayor porcentaje de grano (graníferos), o baja proporción de fibra (BMR) presentan valores de digestibilidad bastante superiores.
Asimismo los técnicos destacaron que “si se combinan ambas variables (rendimiento por digestibilidad) para obtener la materia seca digestible, que es lo que realmente puede aprovechar el animal, se ve que no existen diferencias significativas entre los diferentes tipos”.
Con el seguimiento realizado por los técnicos del Inta se observa que “todos los tipos de sorgo ofrecen más o menos los mismos kilos de materia seca digestible, aunque de distinta forma: unos con más volumen de menor calidad y otros con menor volumen pero de mayor calidad”.
Ante estas conclusiones y la inquietud de ¿qué material elegir para ensilar?, la respuesta seguramente variará en función del destino del silo: “Si es para vacas de cría probablemente se pueda optar por un material forrajero buscando básicamente volumen, ya que los requerimientos del rodeo durante el otoño-invierno (gestación) suelen ser bajos”. En cambio, según indican los técnicos, “si el silo se va a utilizar con animales jóvenes de mayores requerimientos, necesariamente se deberá resignar volumen en pos de una mayor calidad de ración, y es ahí donde los híbridos BMR y graníferos presentan ventajas. De manera que no existe un híbrido ‘silero’, sino un híbrido para cada sistema productivo”.
Usos, dudas y consejos
Sistemas productivos en la cuenca del Salado: el uso de silajes de sorgo en sistemas ganaderos se ha incrementado notoriamente, sobre todo por su mayor rusticidad en ambientes marginales y a su bajo costo.
Dificultades en la elección: ocurre muchas veces por la altísima variabilidad genética que existe entre distintos tipos morfológicos, sumado a la constante aparición de nuevos materiales año tras año.
Ayuda para la toma de decisiones: desde 2005 el Inta viene desarrollando distintas experiencias en aspectos referidos al comportamiento de los diferentes híbridos, el manejo del pastoreo y el seguimiento del estado corporal de los rodeos.
Fuente: La Opinión de Pergamino