La suba para el último trimestre de este año se encuentra entre el 10% y el 15%. Es el incremento que las entidades vienen aplicando cada tres meses. Señalan el aumento de costos, principalmente de salarios, y las limitaciones a la rentabilidad que suponen tasas de intermediación reguladas por el Central.
Por cuarta vez en el año, los bancos mandaron cartas a sus clientes anunciando un nuevo aumento en las comisiones. En esta ocasión, será de entre un 10% y un 15%, para totalizar un alza que llega hasta el 50% en lo que va del 2012.
Lo hacen básicamente en respuesta a la inflación, como una forma de paliar el aumento de costos, en especial en cuanto a los recursos humanos, ya que se trata de un negocio de mano de obra intensiva, donde los sueldos parten de $ 10.000 para un cajero. De hecho, las remuneraciones explican el 58% del total de los gastos administrativos del sector, según el Banco Central. Este año, el ajuste salarial del gremio de La Bancaria fue del 24,5% anual.
No sólo los sueldos aumentan, sino también el costo de las soluciones tecnológicas que aplican las entidades, de los servicios de transporte de caudales, limpieza, papelería y de otros insumos, que son trasladados a los clientes.
Pero en la industria también mencionan la creciente dificultad para mejorar la rentabilidad en el negocio de la intermediación financiera en un entorno de tasa regulada y creciente intervención gubernamental para redireccionar el crédito.
En la actualidad, el mantenimiento de una caja de ahorro, por ejemplo, puede estar en los $ 60 mensuales, mientras el de una cuenta corriente puede fácilmente duplicar ese monto. En tanto, sacar plata por cajeros de otra red puede salir más de $ 12.
Lo mismo que realizar depósitos y extracciones por ventanilla. Por la renovación anual de una tarjeta de crédito internacional habrá que pagar más de $ 500, mientras que por aquellas más exclusivas, del segmento VIP, habrá que abonar cerca de $ 2.000.
También se deberá sumar más de $ 30 por el resumen del extracto mensual.
-El estado de resultados de una sucursal se genera en un 50% por intermediación financiera y el otro 50% por comisiones. Pero como las tasas de intermediación que cobramos entre los depósitos y los préstamos se mantienen reguladas por el Banco Central desde hace mucho tiempo y no podemos tocarlas, nos vimos obligados a volcar todos los aumentos hacia las comisiones de productos-, se sinceran desde la gerencia de uno de los grandes bancos de capitales extranjeros.
Por otra parte, los directivos se quejan de que también perdieron las operaciones que hacían por cambio de moneda, que por el cepo se redujeron en forma notable. -Hace un año, el 5% de la facturación de una sucursal correspondía al spread (diferencia entre la compra y la venta) que generaban las operaciones cambiarias, mientras hoy este negocio se encuentra prácticamente muerto-, revelan desde otro banco.
Si bien el 5% no es una cifra representativa, para una sucursal que factura $ 1 millón mensual, esos $ 50.000 le servían para pagar el alquiler. Y todo suma.
Ante este tipo de situaciones, los bancos se mueven en grupo. Mes a mes, las entidades analizan qué movimientos de precios realizan sus pares y reacomodan los propios.
Lo que actualmente están haciendo muchas entidades es incorporar un mayor número de cajeros automáticos a las sucursales, de modo de destinar sus recursos humanos a la venta de productos.
Como la bancarización en la Argentina todavía es muy escasa y tiene un gran potencial de crecimiento, los ejecutivos prefieren enfocar los recursos en esa área, mucho más rentable que reforzar la presencia de cajeros humanos para que cambien monedas a los no clientes.
Por Mariano Gorodich, publicado en El Cronista Comercial.