Ayer a la tarde desde Vialidad Nacional confirmaron que el jueves no se concretará la apertura de los sobres, por lo que el proceso licitatorio quedó sin fecha definida. Preocupación por otra suspensión en el avance de las obras en la ruta nacional Nº 8.
La Dirección Nacional de Vialidad, a través del área licitaciones y concursos, informó oficialmente que la apertura de sobres que debía llevarse a cabo el jueves sufrió una nueva postergación. Pero en este caso la situación es más compleja porque la prórroga no tiene fecha, es decir que las planificaciones que se habían establecido para el tramo Fontezuela-Todd no están definidas por lo que habrá que seguir esperando. Este programa de obras había generado muchas expectativas entre los vecinos del sector que iba a beneficiarse con los trabajos.
Obras sin hacer
En esta oportunidad se iban a construir las obras básicas y pavimentos incorporando las columnas de iluminación; a su vez se trabajaría con la señalización respetando los diseños que se fueron aplicando en los lugares donde se terminaron los trabajos de nueva carretera. En lo que respecta al presupuesto oficial actualizado a septiembre del año pasado, desde Vialidad se dispuso una inversión de 274.523.398 pesos para ejecutar estas planificaciones y tenemos entendido que los recursos están disponibles para avanzar con los proyectos.
Detalles a cumplir
En lo que respecta a las promesas que hubo en últimas reuniones con representantes de Vecinos Autoconvocados, al tramo 1B, que se encuentra pautado a la altura de las localidades de Capilla del Señor y Parada Robles, desde Vialidad “van a retomar el pago de los certificados de obra que están pendientes a la Empresa Electroingeniería ya que era uno de los impedimentos que demoraron el avance de los trabajos”, se resaltó oportunamente. “A su vez, cabe señalar que las expectativas son poder lograr la finalización de las tareas en término, es decir llegar a Robles para fines de junio del año que viene aunque los Autoconvocados, somos pesimistas”, se informó oportunamente.
Por su parte el tramo 2A, que vinculará Parada Robles con San Antonio de Areco, a la altura del Arroyo Gribas, las obras fueron adjudicadas a mediados del año pasado de manera definitiva a Grupo Supercemento; el plazo para ejecutar los trabajos es de 30 meses y el inicio de los mismos todavía no fue confirmado.
Defensoría
La Defensoría había solicitado un pedido de informes a la Dirección Nacional de Vialidad y al Ministerio de Planificación Nacional, requiriendo en sendos casos los motivos por los cuales las obras tantas veces anunciadas se encuentran paralizadas.
“Todos los presentes, inclusive los funcionarios de la Defensoría, coincidimos en el mal estado de la ruta Nº 8, de lo peligroso que resulta viajar en días de lluvia, lo dañado del asfalto en muchos de sus tramos, las banquinas descalzadas y fuera de nivel, totalmente embarradas en períodos de lluvia, el tránsito cada vez mayor haciéndola un camino de única mano por sentido de circulación, saturada y desbordada en horas pico; y la falta de presupuesto de quien cobra peaje en la ruta Nº 8 para mantenerla en condiciones, inclusive el abandono de los controles de altura de los camiones y ómnibus de larga distancia donde se ha visto dañar el puente peatonal en el kilómetro 58 de la carretera”, indicaron.
Preocupación
Teniendo en cuenta esta nueva postergación, es preocupante que no tenga una fecha definida la apertura de los sobres para construir un tramo de la futura autovía; este tramo que estaría terminando en el Partido de Pergamino tiene obras de envergadura porque se iba a trabajar en sectores complicados de la carretera. En este sentido, las planificaciones habían establecido correcciones en curvas peligrosas y una serie de tareas fundamentales como, por ejemplo, la colocación de las columnas para la iluminación de la nueva traza del camino.
No obstante cabe resaltar que habría en los próximos días presentaciones a Vialidad por parte de municipios que están a la vera de la ruta nacional Nº 8 para conocer detalles sobre esta nueva y sorpresiva postergación.
Fuente: La Opinión de Pergamino