Zonas que avanzan rápidamente en la implantación contrastan con áreas donde las napas colapsan y la siembra de trigo está pendiente y en riesgo, como en el norte bonaerense. El entusiasmo disminuye ante la imposibilidad de ingresar a los lotes.
En esta campaña los suelos más arenosos y con buen drenaje del oeste son los más beneficiados. Estos suelen tener una siembra muy complicada por la falta de agua y serias dificultades para incluir el trigo en la rotación. Pero en este año poseen los perfiles cargados para afrontar el invierno y se está avanzando rápidamente con la siembra. “Se están sumando nuevos lotes a la intención y están aplicando paquetes tecnológicos para rindes objetivos que están por encima de los 35 qq/ha”, agrega la Bolsa de Comercio de Rosario en su Guía Estratégica para el Agro.
Hacia el centro-sur de Santa Fe también se avanza a buen ritmo. “Pero a medida que nos desplazamos hacia el sur aumentan las áreas anegadas que no pueden sembrarse y otras que, ya sembradas, se inundaron y podrían llegar a resembrarse”, señala el informe de la BCR. Junto con el este cordobés esta zona avanzó en la siembra de lotes con trigos largos e intermedios, cubriéndose ya un 80% del área. En general, la emergencia es muy buena y se mantienen las buenas perspectivas de la campaña. Se busca utilizar trigos intermedios a largos como antecesores de maíz de segunda y ciclos cortos antes de soja de segunda para evitar la merma de rinde de la oleaginosa ante el atraso en la fecha de siembra.
En el norte bonaerense el avance de la siembra es de un 20%. En muchos lotes los planes de siembra directamente rotaron su destino hacia la soja de primera. Cada semana que pasa parece más difícil que se alcance a implantar la intención que se proyectaba a principios de mayo.
El ambiente húmedo y la amenaza de “El Niño”, los problemas de cosecha y sus mayores costos conllevan incertidumbre y dificultan la toma de decisiones. En esta campaña el valor de los servicios de cosecha subió en función del estado del suelo y por los tiempos muertos de los equipos, más allá del costo diferencial de cosechadoras con doble tracción y/o duales. Más allá del encarecimiento del costo del transporte, subsisten grandes dificultades para ingresar a los lotes por falta de caminos. También la imposibilidad de realizar los barbechos traerá dificultades con malezas complicadas como rama negra y más costos.
En la zona
La intención de siembra de trigo podría recortarse severamente si se mantiene el mal tiempo: “Las cuencas están saturadas y esto repercute en las napas y en los suelos”, comentan los especialistas.
Gran parte de los partidos del noreste de Buenos Aires (Chivilcoy, Alberti, Bragado, Navarro, 25 de Mayo, Chacabuco, Suipacha, Mercedes, Giles, San Antonio de Areco Arrecifes, Baradero y San Pedro) tienen un avance de siembra de trigo muy lento, sostiene la BCR en su informe. Las condiciones climáticas mantienen la falta de piso para la implantación pero también están impactando en toda una serie de labores que terminan demorando incluso a los cuadros que podrían hacerse con los ciclos cortos de trigo. También se está yendo muy lento con los controles de malezas en los barbechos de los lotes que se harán con cultivos de verano. Muchos siguen aplazándose y preocupa las dificultades que esto traerá para controlar las malezas complicadas como rama negra.
En la zona de Arroyo Dulce llovieron 40 milímetros entre el jueves y el viernes: “En general la mayoría de los lotes destinados a trigo ya se sembraron. Resta el 30% de la superficie”, observan los técnicos. “La implantación fue mala porque los suelos son pesados (surcos mal cerrados)”, detallan.ç
Las legumbres esperan que las condiciones de suelo sean adecuadas para largar la siembra y posiblemente comience el próximo fin de semana. Los contratistas de la zona informan que a la mayoría de los lotes destinados a trigo se les aplicó de 40 a 80 kg/ha de MAP o DAP como fertilización fosforada.
En cuanto a la elección de la variedad de trigo, en aquellos lotes que van a maíz de segunda se optó por ciclos largos (buscando potencial). Mientras que en los cuadros que irán a soja como cultivo sucesor prefieren ciclos cortos, de modo tal de evitar mermas en el rinde de la oleaginosa ante el retraso de la siembra: “En todos los casos se apunta a rindes trigueros de 40 qq/ha para salir empatados, lamentablemente”, concluyen desanimados.
Fuente: La Opinión de Pergamino