Estados Unidos afrontará costos económicos como consecuencia de pérdidas masivas de propiedades y caídas en los rendimientos de cosechas.
El cambio climático hará que Estados Unidos tenga que afrontar costos económicos importantes como consecuencia de pérdidas masivas de propiedades por el aumento del nivel de los océanos en algunas zonas y caídas en los rendimientos de cosechas, reveló un informe bipartidista.
El documento, titulado «Negocio riesgoso», respaldado por los exsecretarios del Tesoro Henry Paulson y Robert Rubin y otros, señala que el costo de postergar una política estadounidense sobre el calentamiento global variará según la región.
Basándose en las tendencias actuales, entre 66.000 millones de dólares y 106.000 millones de dólares en propiedades sobre la costa van a quedar sumergidas hacia 2050, pérdidas que pueden ascender a 507.000 millones hacia 2100, señaló el informe.
Los peores pronósticos climáticos son son para la costa este y la costa del Golfo de México.
Además, calores más extremos incidirán en la economía. Hacia mediados del siglo, el estadounidense promedio vivirá entre 27 y 90 días por encima de 35ºC cada año, dos o tres veces más que el promedio de los últimos 30 años.
Este cambio tendrá impacto en la productividad en la construcción, la agricultura y otras actividades al aire libre. El impacto será peor en el suroeste, sureste y zonas norte del Medio Oeste, donde explotará la demanda de aire acondicionado.
Días más calurosos también podrían tener un impacto en el rendimiento anual de entre 50 y 70% de las cosechas de maíz, algodón, soja y trigo en el sureste, las Grandes Llanuras, y el Medio Oeste sobre todo, según el documento.
Sumado a eso, el Banco Mundial apoyó esta teoría e indicó esta semana que el cambio climático representa un gran riesgo para la estabilidad económica.
Volviendo al informe de Estados Unidos, el impacto podría afectar sobre todo a los pequeños productores,
«Las empresas estadounidenses deberían tener un papel activo ayudando al sector público a determinar cuál es la mejor forma de reaccionar ante los riesgos y costos planteados por el calentamiento global, y cómo definir las reglas que harán avanzar al país en una nueva y sostenible dirección», señala el texto.
El informe pidió que se implementara una política nacional más estricta para recortar las emisiones de gases de efecto invernadero y adaptarse al calentamiento global.
En tanto, la isla caribeña de Jamaica acogerá esta semana la primera reunión de los Fondos de Inversión Climática (CIF) que se celebra en la región de América Latina y el Caribe, donde la lucha contra el cambio climático va ligada al modelo de desarrollo. Bolivia, México, Chile, Colombia, Perú, Honduras, Brasil y las naciones caribeñas son los «países piloto» de la región que participan en los CIF, unos fondos creados en 2008 como un compromiso de los países desarrollados para aportar financiación a los proyectos climáticos en las naciones en vías de desarrollo. Uno de los fondos principales dentro de los CIF es el destinado a las energías limpias, en las que destacan los programas eólicos en México, los solares en Chile y los de transporte sostenible en Colombia.
Fuente: Ámbito Financiero