China, el mayor importador mundial de soja y algodón, abandonará su controvertido esquema de almacenamiento de materias primas y lo reemplazará con subsidios directos para los agricultores.
La decisión pondría fin a un sistema al que se le atribuye una distorsión del mercado a tal grado que ha sido más barato para las plantas procesadoras de China importar algodón que comprar la producción local. Los precios globales de algodón, que han trepado cerca de un 12% este año, podrían verse presionados puesto que el cambio de política liberará más algodón producido localmente, afectando las importaciones de China de esa fibra a corto plazo.
El ministro de Finanzas chino, Lou Jiwei, fue citado por Xinhua cuando dijo que la cartera establecerá precios objetivos y ofrecerá subsidios a los productores de algodón como una prueba, pero no ofreció detalles sobre un marco temporal. El mercado esperaba ampliamente que el programa de almacenamiento de algodón, soja y semilla de colza culmine el año próximo.
El ministerio también establecerá un mecanismo que usará importaciones para reforzar las reservas estatales, a fin de asegurar los suministros domésticos, dijo Lou, según fue citado en declaraciones en una reunión de funcionarios del sector financiero.
China ya ha estado comprando maíz, trigo y azúcar para sus reservas estatales. El gigante asiático hará un uso extensivo tanto del mercado doméstico como internacional y «expandirá el volumen comercializado en algunos productos agrícolas», agregó Lou, según las citas.
Pekín almacenó unos 10 millones de toneladas de algodón en los últimos dos años, lo que representa el 60% de las reservas globales, mientras que sus reservas de soja son de alrededor de 4 a 5 millones de toneladas.
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