La Sociedad Rural de Pergamino ve con gran preocupación la intervención y posible expropiación de la empresa Vicentín.
Consideramos que no es función del Estado hacerse cargo de empresas privadas, tengan o no problemas económicos y/o financieros. Para eso están las leyes de convocatoria y eventualmente quiebra.
Seguramente otros actores del mismo mercado hubieran encontrado una solución para el sostenimiento de la empresa y la defensa de los puestos de trabajo empleados en ella.
La historia nos muestra que en las empresas intervenidas por el Estado brilla la poca profesionalidad, prosperan el amiguismo y los negocios poco claros.
Esperamos que en este caso prime la racionalidad y cordura y se dé marcha atrás en este tipo de medidas.
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