Los importadores aseguran que hay discrecionalidad en la aprobación de los permisos; el alza de las compras externas en el primer bimestre se explica por el rubro energético.
El crecimiento de las importaciones totales en los dos primeros meses del año puede hacer creer que las trabas a las compras externas se han relajado. Los importadores, sin embargo, aseguran que eso no ha ocurrido y que, al contrario, pese a los ofrecimientos del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, de agilizar la aprobación de las declaraciones juradas anticipadas de importación (DJAI), estos controles se han endurecido en la mayoría de los casos.
En febrero, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), las importaciones sumaron US$ 5222 millones, 10% más que en el mismo mes del año anterior. Fue la segunda suba interanual consecutiva, después del 1% registrado en enero. Las propias cifras del Indec, sin embargo, muestran que el aumento de las importaciones en el primer bimestre del año responde, principalmente, a las mayores compras de combustibles y lubricantes, que verificaron una suba interanual de 74% en enero y de 33% en febrero.
Si se analiza el comportamiento de las importaciones excluyendo las de combustibles y lubricantes, la situación es distinta: en enero, en lugar de un crecimiento se registró una caída de 5%, que se explica, sobre todo, por el desplome de 17% en las compras de bienes de capital, aunque también cayeron las compras de bienes intermedios (-6%), bienes de consumo (-2%) y vehículos (-4%). En febrero las importaciones sin combustibles y lubricantes crecieron 7%, resultado que, según el vocero de la Cámara de Importadores (CIRA), Miguel Ponce, se explica por la baja base de comparación. «El 2 de febrero del año pasado se publicó la resolución que introdujo las declaraciones juradas y durante el resto del mes prácticamente no hubo operaciones de comercio exterior. No se puede comparar febrero de 2013 con febrero de 2012», dijo.
Por eso, Ponce -para quien los controles a la importación de partes y piezas afectaron a la producción industrial y son, por tanto, una de las causas que explican la baja de las exportaciones en los últimos meses- cree que las cifras de importación del primer bimestre no muestran lo que realmente está sucediendo en el sector. «Teníamos la promesa del secretario Moreno de que la aprobación de declaraciones juradas iba a seguir fluyendo igual que en el cuarto trimestre del año pasado, pero eso no ha sucedido. Al contrario, los controles se han endurecido.»
A fines de enero, cuando el Gobierno resolvió dar de baja las licencias no automáticas de importación (LNA) para la mayor parte de los productos que estaban sujetos a ese sistema, analistas y agentes de aduana advirtieron que esa medida no implicaba una flexibilización en los controles, ya que aún quedaban en pie las DJAI, cuya aprobación está sujeta a un mayor grado de discrecionalidad. Incluso se dijo que mantener sólo las DJAI podía entorpecer aun más las importaciones, ya que las LNA afectaban a productos específicos y estaban sujetas a plazos establecidos en la normativa de la OMC y los pasos para su tramitación estaban «más o menos claros», algo que no ocurre con las DJAI.
Ponce confirmó, además, que en lo que va del año «no hubo homogeneidad en el tratamiento de los permisos de importación». Según el vocero de los importadores, distintas empresas de un mismo sector recibieron tratos diferentes.
A manera de broma, el economista jefe del Ieral (Fundación Mediterránea), Jorge Vasconcelos, describió la discrecionalidad en la aprobación de las DJAI de la siguiente manera: «Me imagino que en las oficinas donde se aprueban las DJAI debe haber una pantalla gigante en la que se muestra la evolución del precio de la soja. Si se aproxima a 500 dólares o perfora ese piso, los trámites empiezan a demorarse».
Para los próximos meses Vasconcelos no prevé una relajación en los controles a la importación. «A la luz de lo que pasó con la refinería de YPF en Ensenada [por el incendio, se espera una fuerte caída en la producción de combustibles de la empresa] y lo que venía pasando en enero y febrero, todo hace presumir que va a haber un crecimiento importante en las importaciones de combustibles frente a 2012. Si a eso se suma que las reservas están bajando, entonces están dados todos los incentivos para que el Gobierno, por el tipo de política económica que lleva adelante, aumente los controles», dijo.
Así, la reciente amenaza de la presidenta Cristina Kirchner de abrir las importaciones para bajar los precios de determinados productos quedaría sólo en palabras. Esas declaraciones habían entusiasmado a los importadores, para quienes una mayor apertura a las compras externas ayudaría a controlar la inflación porque aumentaría la oferta y la competencia.
RESTRICCIONES EN URUGUAY
El gobierno de José Mujica limitó las compras de frontera
El gobierno de Uruguay puso ayer en vigor la política de «cero kilo» para los ciudadanos de ese país que viajen a la Argentina para hacer compras y regresar el mismo día. La medida restringe el ingreso de mercaderías para los uruguayos que buscan sacar ventaja de la pérdida de valor del peso en el mercado ilegal.
Las restricciones habían sido reclamadas por cámaras uruguayas de industriales y comerciantes, que destacaron la necesidad de «preservar las fuentes de trabajo». En los últimos meses, muchos uruguayos cruzaron la frontera aprovechando el alto precio al que pueden vender su moneda en el mercado paralelo.
Por José Hidalgo Pallares | LA NACIÓN