Felicitamos a Edgardo Herrera por su asunción como Presidente del primer Colegio de Ingenieros Agrónomos y Forestales de la Provincia de Buenos Aires (Ciafba) y por el tiempo y esfuerzo dedicado para alcanzar la creación de dicha entidad. Desde la Sociedad Rural de Pergamino le comunicamos nuestro apoyo en esta nueva etapa.
A continuación, compartimos la nota que realizó Diario La Opinión a Edgardo Herrera:
En abril de 2018, la Legislatura bonaerense sancionó la ley que habilitó la creación de la entidad. La semana pasada se eligieron las autoridades y el profesional pergaminense, de amplia trayectoria en la Aianba, fue elegido por sus pares para ser el conductor.
El sábado 23 de febrero se realizó en Azul la asamblea definitiva para la creación del Colegio de Ingenieros Agrónomos y Forestales de la Provincia de Buenos Aires (Ciafba), con la elección de las autoridades a nivel provincial. Allí el pergaminense Edgardo Herrera fue elegido como el presidente de la entidad.
Una semana antes, las cuatro regiones en las que está dividido el Colegio eligieron sus representantes que a su vez designaron a las autoridades a nivel provincial. La asamblea extraordinaria constitutiva se había realizado el 19 de enero en La Plata. En abril de 2018, la Legislatura bonaerense sancionó la ley que habilitó la creación de este Colegio. El diputado Ricardo Lissalde, impulsor del proyecto en la Cámara baja, participó de la asamblea en Azul, al igual que el director provincial de Fiscalización Agropecuaria, Luis Herrera, que se hizo presente en representación del ministro de Agroindustria, Leonardo Sarquís.
Para los pergaminenses es motivo de orgullo que el ingeniero Edgardo Herrera, de amplia participación en la Asociación de Ingenieros Agrónomos del Norte de Buenos Aires (Aianba) esté grabando su nombre en la historia como el primer presidente de la institución, cuya ley de creación costó demasiado esfuerzo. LA OPINION dialogó con Herrera, quien manifestó su satisfacción por la creación del Colegio, y a la vez habló de la responsabilidad que le conlleva haber asumido la titularidad del mismo.
-¿Cómo se dio su designación como presidente?
-Desde hace tres años un grupo bastante grande ingenieros agrónomos venimos trabajando en la Legislatura, y dentro de ese grupo me tocó ser presidente, quizá por ser uno de los que más tiempo hace que viene trabajando en pos de este objetivo, porque hace mas de 20 años que desde Aianba veníamos intentando sin éxito armar el Colegio, pero hoy ese iniciativa tuvo éxito y estamos todos tan felices como ansiosos para poner a andar esta nueva institución.
En realidad la presidencia recayó en la regional norte del Colegio, que tiene cabecera en Pergamino. El secretario, Rubén Do Santos, que es de Chacabuco, también pertenece a la zona norte. Por dos años nuestra regional se hará cargo del poder central del Colegio, lo que será un trabajo arduo pero que lo haremos con muchísimas ganas.
-¿Qué es lo que cambia a partir de tener un colegio para la especialidad?
-Hay un colega que pertenece al grupo que impulsó este movimiento para tener el Colegio que lo define de manera exacta: ‘hablamos el mismo idioma’.
En el Colegio de Ingenieros al que pertenecíamos no predominaba el idioma agronómico y era lógico, pero ahora los ingenieros agrónomos vamos a trabajar y a ocuparnos de los temas que nos preocupan como profesionales y también de los asuntos que preocupan a la comunidad agropecuaria, porque hoy el tema de los sistemas productivos es central.
-Hubo mucha resistencia para lograr la ley, incluso pasaron muchos años desde que se intentó por primera vez. ¿A qué se debió?
-Hace 20 años quisimos independizarnos del Colegio de Ingenieros de la Provincia de Buenos Aires porque no veíamos que nuestras inquietudes se canalizaran dentro de esa entidad. Se decía que sí pero al final era no. Se creaba un departamento pero no tenía ni autoridades ni presupuesto y a la hora de tomar decisiones sus integrantes no eran escuchados. Para nosotros era no era participar del Colegio.
Además tuvimos varios problemas, como la receta agronómica, la matriculación de los colegas y tal era la exclusión que sentíamos que de los 15 mil ingenieros agrónomos que hay en la provincia de Buenos Aires solamente 1.500 estaban matriculados en ese Colegio. O sea que no nos representaba. Por eso quisimos irnos, en algún momento fracasamos porque perdimos en los votos en la Legislatura, pero esta vez ganamos peleando por lo que consideramos que nos corresponde.
-¿Cómo se regulaba la matrícula si de 15 mil profesionales solo había colegiados 1.500?
-Evidentemente la profesión en la provincia de Buenos Aires tenía un alto grado de ilegalidad porque no teníamos como manejar el tema de la matrícula y eso hacía que nuestra disconformidad fuese cada vez mayor. El Colegio de Ingenieros no entendía por qué nosotros no íbamos en masa a matricularnos y nosotros no entendíamos porqué no nos escuchaban. Pero eso ya pasó, es historia.
-¿Ahora cuál es la aspiración? ¿Que todos se matriculen?
-Nuestra aspiración es tener entre cinco y ocho mil matriculados en el primer año. Pero no nos interesa ser un Colegio que solamente reparta matrículas, sino que lo queremos en la calle, trabajando, relevando los temas que son propios de la profesión. Tenemos que salir a beneficiar y controlar la labor del profesional que está en el terreno. Esto significa ampliar el horizonte laboral de los colegas.
Es necesario remarcar que no somos un gremio, pero podemos llevar adelante un montón de acciones que beneficien a la sociedad y al sector agropecuario y que abren nuevas oportunidades para los ingenieros agrónomos.
-¿Por qué hace hincapié en los beneficios a la sociedad?
-Porque la sociedad pagó para que nosotros nos recibamos como ingenieros agrónomos, porque la universidad es pública y bancada por la comunidad. Por eso debemos ocupar esos espacios y retribuir.
-¿Qué otras incumbencias tendrá el Colegio?
-Queremos involucrarnos en muchos temas, como el suelo, porque hay una gran degradación del mismo, por la razón de que tenemos que producir alimentos. La producción de alimentos genera conflictos porque para ello hay que intervenir en la Naturaleza. Y eso significa modificarla. Esos conflictos que se generan por intervenir la Naturaleza deben ser resueltos por los ingenieros agrónomos y para eso queremos involucrarnos y responsabilizarnos.
El agua es otro de los temas importantes, tanto la subterránea como la de superficie de los arroyos y ríos. Debemos evitar las contaminaciones ya sea por agroquímicos como por fertilizantes. Estamos ante el desafío de hacer una agronomía nueva, no podemos seguir en este siglo utilizando la agronomía del siglo pasado. Tenemos que reconocer todo aquello porque en aquel momento era lo mejor que se podía hacer, pero hoy podemos cambiar para bien.
-¿Qué significa para ustedes, nucleados desde hace años en la Aianba y con un amplio sentido de pertenencia a esa entidad, asumir hoy la conducción del Colegio de Ingenieros Agrónomos?
– Es un motivo de orgullo. Cuando nació Aianba hace 55 años se llamó Colegio, hasta que les dijeron a los directivos de entonces que no podía llamarse así. O sea que el espíritu de la colegiación está desde el primer día. Este es un logro muy grande, varias generaciones lucharon por esto.
-¿Por qué la zona norte, con Pergamino como cabecera, tiene el privilegio de colocar las primeras autoridades provinciales y quedar en la historia por ello?
-Hubo mucho esfuerzo desde la Aianba para lograr el Colegio. Siempre fuimos activos participantes en el tema de la formación del Colegio. Cuando comenzamos el movimiento para crearlo, había ocho asociaciones de ingenieros agrónomos en toda la provincia. Hoy son 43 asociaciones y esa fue nuestra gran fuerza y creemos que por esa unión que hubo salió la ley para la creación del Colegio.
-¿Cómo fue la batalla en la Legislatura?
-Hasta el último momento pensábamos que la perdíamos, ya que nunca estuvimos seguros de que íbamos a tener la ley. Tuvimos un apoyo muy grande del senador de Pergamino Marcelo Pacífico; también de quien en su momento fue diputada también de Pergamino María del Huerto Ratto; asimismo el diputado de Saladillo, Ricardo Lissalde fue el autor del proyecto y también tuvimos el apoyo del ministro de Agroindustria bonaerense, Leonardo Sarquís que vio la necesidad de un Colegio de Ingenieros Agrónomos. Debido a esto, ahora posiblemente en 10 días estemos firmando un convenio marco para una serie de cuestiones vinculadas al agro, donde nosotros podemos aportar personal humano, técnico y científico, y la Provincia complementar con la parte política.
– A partir de la creación de Colegio, ¿Aianba seguirá funcionando?
-Aianba es una asociación de carácter voluntario y tiene que seguir por mil años más. La región norte del Colegio de Ingenieros Agrónomos va a funcionar en la misma dirección de Aianba, en tanto que la sede central funcionará en La Plata.