El billete escaló a $ 5,95 y se asienta la idea de un desdoblamiento cambiario.
El Banco Central (BCRA) aceleró la devaluación del peso en noviembre y, a este ritmo, ya anticipan en el mercado que el tipo de cambio podría alcanzar tranquilamente los 6,30 a fin de año.
Ayer, el dólar oficial trepó 1,2 centavos, hasta $ 5,94, en el circuito mayorista, donde operan los bancos, mientras que en las pizarras al público escaló a 5,95 pesos.
El único oferente de divisas volvió a ser el BCRA, que terminó la rueda con un saldo negativo de US$ 40 millones y reservas por US$ 33.321 millones (US$ 84 millones menos que el viernes último). Aunque, al igual que en la rueda anterior, también estuvo interviniendo el Banco Provincia, que, según confiaron varias fuentes, estaría vendiendo dólares por cuenta y orden del Central.
«El ritmo de devaluación anualizado ya se acerca al 40%. Después de las elecciones se nota un cambio», dijo el responsable de cambios de un banco de primera línea. El concepto está en línea con un informe difundido ayer del economista Nicolás Dujovne: «La última semana se observó una aceleración aún mayor: entre el 25 de octubre y el 1° de noviembre, el tipo de cambio se depreció 0,9% (+56% anualizado), al cerrar el último viernes en $/US$ 5,93».
Desde la consultora Econviews , que dirige Miguel Kiguel, también consideran que el tipo de cambio volvería a acelerar su tasa de depreciación «en vista de las sostenidas presiones sobre el mercado cambiario». La consultora es una de las que prevén que el dólar se ubicará a fin de año a $ 6,30, lo que arroja una tasa devaluación en 2013 de 28,1%.
Aunque cada vez con mayor ansiedad, el Central viene intentando hace meses achicar la brecha entre el tipo de cambio oficial y el paralelo o blue, que ayer cerró a 9,88 pesos. Sin embargo, en la City se asienta la idea de que el Gobierno anunciará más medidas para el mercado de cambios apenas retome su actividad la presidenta Cristina Kirchner.
Según afirmaron fuentes del Gobierno a LA NACION, el equipo económico está estudiando desdoblar el mercado de cambios y establecer un dólar más caro para el turismo y para los bienes suntuarios. También se evalúa mejorar la competitividad de las economías regionales, un sector que hasta no hace mucho todavía exportaba y era generador de divisas, con un dólar más devaluado.
El turismo es hoy responsable de un déficit de divisas de US$ 8000 millones. El rojo creció más de 20% respecto de 2012 y es US$ 1500 millones mayor que el que se registra por energía. Sin poder comprar dólares para atesorar y no habiendo demasiadas alternativas de inversión para canalizar los pesos, son más los argentinos que aprovechan el tipo de cambio barato para bajar. Al mismo tiempo, son menos los turistas que vienen al país y que vuelcan sus divisas al mercado formal, donde reciben un tipo de cambio hasta un 66% más bajo que el obtienen en el mercado paralelo.
Con un dólar oficial de $ 5,95, en el último tiempo también se registró en el país un auge de ventas de bienes de lujo, como autos de alta gama, debido a que los consumidores los perciben baratos cuando se lo traslada al tipo de cambio paralelo o incluso cuando comparan con lo que salen en otros países de la región.
Para el economista Mario Brodersohn, no será suficiente que el Gobierno enfríe la economía para contener el drenaje de reservas. El secretario de Hacienda de la gestión de Raúl Alfonsín da por hecho en su informe semanal difundido ayer que, para proteger las reservas, el Gobierno terminará creando un mercado cambiario con una amplia variedad de tipos de cambio.
«Se propondría un dólar oficial para las importaciones y exportaciones que se devaluará gradualmente por encima de la inflación, un dólar más alto para el turismo, un dólar más cercano al paralelo para estimular acuerdos con empresas que ingresen capitales del exterior», detalla el informe. «Además poner límites al uso de tarjetas de crédito en dólares, así como crear un dólar especial para importaciones suntuarias, en particular autos», subraya.
Según el economista, el objetivo de estas medidas es evitar que sigan cayendo las reservas , «trasladando demanda de dólares del mercado oficial al mercado paralelo». «El precio que pagamos por estas medidas -advierte- es aumentar la brecha cambiaria.»
ATENTOS A LAS RESERVAS
Mercado con trabas
El Banco Central está haciendo lo imposible para resguardar sus reservas. Ayer entregó los dólares con cuentagotas. Incluso algunos bancos volvieron a tener dificultades para comprar divisas para integrar las garantías de los consumos con tarjeta en el exterior
28% devaluación
Proyección
Sería la depreciación del dólar este año, si el tipo de cambio terminara en diciembre a $ 6,30.
Por Florencia Donovan | LA NACIÓN