Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) manifiesta que la circular hecha pública por el Banco de la Nación Argentina (BNA) en la que dispone nuevos límites y requisitos a los productores agropecuarios para operar con descubiertos, venta de cheques, financiamiento y tarjetas de crédito personales, pone de relieve la capacidad inigualable que tiene el Gobierno Nacional para dañar al sector productivo.
La circular del BNA expone que los productores deberán acreditar la venta de su producción para poder ser atendidos y acceder, por ejemplo, a líneas de créditos como los demás clientes. Esta normativa significa un nuevo castigo y una nueva intervención, con la clara intencionalidad de obligar al productor a vender su cosecha cuando el Estado lo disponga o cuando el desastre económico en el que nos ha sumido el Gobierno nacional lo precise.
El oficialismo se ha financiado a fuerza de soja y más soja, desoyendo a la vez reclamos como los del norte argentino donde producir es imposible por la presión impositiva y los altos costos. No solo el productor perdió la capacidad de diversificar la producción granaría, sino que ahora también es arrastrado por una nueva discriminación de parte del BNA que establece dos tipos de clientes: la gente común y los estigmatizados “sojeros”.
Del Gobierno nacional nada sorprende, mucho más en el tobogán económico en el que nos ha sumido a todos los argentinos. Mientras que en la Argentina se castiga a la producción, en Brasil el gobierno financia e incentiva a la inversión del sector productivo con más de 70.000 millones de dólares anuales.
No contento con quitarle el 35% en retenciones, más el 35% en el impuesto a las ganancias, más todos los impuestos municipales, provinciales y nacionales, ahora el Ejecutivo está dispuesto a arrasar con la relación histórica que ha tenido la producción agropecuaria con el Banco de la Nación Argentina.
Para el Banco de la Nación Argentina que creó Carlos Pellegrini esta circular debe ser una vergüenza indescriptible.