La Argentina mantuvo su posición en la clasificación mundial de competitividad que elabora todos los años el Foro Económico Mundial.
La Argentina mantuvo su posición en la clasificación mundial de competitividad que elabora todos los años el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), finalizando en el escalón 104 de un total de 144 economías relevadas. El Reporte de Competitividad Global publicado por la entidad con sede en Ginebra, famosa por reunir a líderes políticos y multimillonarios en su reunión anual en Davos, mostró a Suiza, Singapur y Estados Unidos en los primeros tres lugares del podio.
El país permaneció de esta manera sin variaciones en el ranking, luego de varios años retrocediendo casilleros en materia de competitividad. Por ejemplo, en el año 2012 se ubicaba en el puesto 94, mientras que en 2011 lo hacía en la posición 85. «Una de las principales preocupaciones de la Argentina es la construcción de una resistencia económica en un contexto global dinámico que se caracteriza por los menores precios de los commodities», observó el informe.
Según el WEF, el país continúa enfrentando condiciones macroeconómicas adversas -ocupa el puesto 102 de 144 naciones- que afectan su acceso al crédito (puesto 134). También sufre por su débil estructura institucional (137), con puntajes bajos en términos de corrupción (139), ineficiencia estatal (142) y favoritismo dentro de las esferas gubernamentales (143). Como si fuera poco, el mal funcionamiento del mercado de bienes (141), de trabajo (143) y la plaza financiera (129) obstruyen «el enorme potencial del país», que posee un tamaño de mercado (24) relativamente grande, razón por la cual tiene la posibilidad de desarrollar importantes economías de escala.
Los rubros que redimen a la Argentina son su alto enrolamiento universitario (15) de más del 78% y su adaptación a la era digital (61), pero estos activos no son utilizados plenamente debido al engorroso contexto económico. En una encuesta adjunta al informe, empresarios identifican a la inflación (19,1%), la restricciones cambiarias (16,6%), el acceso a financiamiento (11,3%) y la corrupción (10,9%) como los factores más problemáticos para hacer negocios en el país.
En cuanto a América Latina en su conjunto, el informe sostuvo que «necesita abordar sus desafíos de productividad y mejorar su competitividad para mantener el impulso económico de los últimos años». «La región debe implementar reformas estructurales para mejorar el funcionamiento de sus mercados e invertir en infraestructura, desarrollo e innovación», agregó. Chile aparece como el país mejor posicionado de la región, en el puesto 33. Más atrás se ubican Panamá en el 48 y Costa Rica en el 51. Por su parte, Brasil ocupa el lugar 57, México el 61, Perú el 65 y Colombia el 66. Los más bajos dentro del ranking fueron Venezuela en el lugar 131, Paraguay en el 120, Bolivia en el 105, destacó el estudio
La eficiencia de Suiza, así como su innovación y estabilidad macroeconómica, dejaron al pequeño país como líder del escalafón por sexto año seguido, pese a su dificultad para conseguir trabajadores calificados. Singapur aparece en el segundo escalón, seguido por Estados Unidos, Finlandia y Alemania. Japón avanzó tres lugares al sexto puesto, por delante de Hong Kong y Holanda. Reino Unido y Suecia completan los 10 primeros puestos.
Por su parte, China subió un lugar hasta el escalón 28, mientras que Rusia avanzó 11 hasta el número 53. India cayó 11 puestos al 71 para quedar como la economía menos competitiva del grupo BRICS, 14 lugares detrás de Brasil. En tanto, los países menos competitivos son Guinea, Chad y Yemen, en los puestos 144, 143 y 142 respectivamente.
Fuente: Ámbito Financiero