Líderes del sector se mostraron expectantes ante los cambios en el gabinete nacional, pero siguen preocupados por la rentabilidad de un negocio que además sufre el alza de costos.
Altos costos, tipo de cambio desfavorable y una elevada participación del Estado en la renta agrícola fue el combo explosivo que destacaron ayer, en La Rural, empresarios y productores agrícolas convocados para el 6to Encuentro de los Líderes organizado por El Cronista, Apertura e Information Technology.
El fundador y presidente de la la semillera Don Mario, Gerardo Bartolomé, indicó que “el Estado es el gran ganador de la renta de la soja”. Bartolomé comanda la mayor firma semillera nacional.
Nacida en Chacabuco, Don Mario es hoy una empresa regional que acaba de anunciar una nueva expansión en Brasil.
Según publicó El Cronista, para Bartolomé, a la alta participación del Estado en la renta se suma un tipo de cambio agrario que ronda los $ 3,5 y esta ecuación “deja una mala rentabilidad”, impactando en las localidades del interior, donde el campo es un fuerte motor económico.
Por su parte, el presidente y CEO de uno de los principales grupos agrícolas de la Argentina, MSU, Manuel Santos Uribelarrea, explicó que hasta 2008 el campo tuvo muy buenos resultados, pero después llego una “tormenta perfecta” que conjugó una baja de los precios con una de las peores sequías históricas del país.
“Y desde 2008, el aumento de los costos es preocupante, lo que no significa que la Argentina va a dejar de sembrar pero aleja a la realidad productiva del potencial”.
Los líderes convocados ayer coincidieron en que la aplicación de tecnología que le permitió a la Argentina hacer la diferencia está directamente relacionado con la rentabilidad.
En este sentido, el presidente para Latinoamérica Sur de la multinacional Syngenta, Antonio Aracre, indicó que “el tipo de cambio genera retracción en la aplicación de tecnología” e impacta también en la cadena de pagos del agro. Otro punto que destacó el empresario es el cambio necesario en la Ley de Semillas nacional, para proteger la propiedad intelectual.
En este sentido, destacó que “si la Argentina quiere dar alimentos al mundo debe haber un incentivo” para quienes descubren nuevas tecnologías.
El monocultivo de soja fue uno de los puntos abordados durante el panel. Para Santos Uribelarrea, “la soja debería ser un orgullo nacional” porque es para el país lo que el petróleo es para Arabia Saudita, comparó.
Sin embargo, reconoció que la soja le ganó terreno al maíz, al trigo y al girasol, y eso “tiene impacto en la sustentabilidad agronómica” y también es negativo a la hora de hablar del riesgo, porque lo concentra en un cultivo.
Por su parte, Bartolomé explicó que su empresa se especializa en el cultivo de soja y destacó al grano estrella del país como factor de desarrollo. Sin embargo, reconoció que “hay un desbalance” en la rotación necesaria entre cultivos para reponer los nutrientes del suelo.
Los cambios en el gabinete nacional también fueron abordados por los participantes.
Aracre se declaró en parte optimista, empanzando por el hecho de que el flamante jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, estaba en conferencia de prensa, lo que “permite presumir que el gobierno puede estar dispuesto a dialogar”. El campo fue uno de los sectores que más se enfrentó al gobierno de la presidenta Cristina Fernández y las rispideces se acentuaron con el avance de su gestión.
A modo de ejemplo, el saliente ministro de Agricultura, Norberto Yauhar, nunca recibió a las entidades de la mesa de enlace en conjunto, solicitud que los ruralistas ya le presentaron a su sucesor, Carlos Casamiquela.
Los cambios en el Gabinete generaron expectativas moderadamente favorables.
Fuente: Infocampo