En 2016 la producción fabril acumula una caída de 3 por ciento.
El Indec reportó que la producción fabril cayó un 4,3 por ciento, traccionada por el sector automotor. El textil y alimenticio tuvieron mejorías, por lo que en Pergamino no se evidenció tal caída. LA OPINION consultó a representantes de firmas de estos rubros para conocer qué medidas les resultaron favorables y cuáles no desde la asunción de Mauricio Macri.
Un informe del Indec que se conoció esta semana señala que la industria cayó un 4,3 por ciento en mayo, cifra que ratifica el mal momento que vive la economía a poco de iniciado el ansiado segundo semestre. Durante lo que va de 2016 la producción fabril sumó una baja de 3 por ciento. El principal culpable de la caída volvió a ser el sector automotor, que mostró un retroceso de 8,6 por ciento. Asimismo, todos los rubros asociados a este sector también mostraron resultados negativos. La industria de la alimentación, los textiles, los plásticos y el papel fueron los sectores que mejoraron.
La actividad industrial en Pergamino no se vincula directamente con el sector automotor por lo que LA OPINION quiso conocer cuál es el impacto real en la economía local de las cifras nacionales reveladas. Siendo el rubro de la indumentaria uno de los que mayor incide en nuestro ámbito, se consultó a un empresario de ese ramo y a otro del sector alimenticio, por producir bienes de primera necesidad y consumo masivo. La requisitoria no apuntó a conocer si ahora, con esta gestión, ganan más o menos, sino a cómo ven las medidas que se toman y el rumbo al que se marcha, en orden a que, como empresarios, necesitan proyectar e invertir para mantenerse y crecer. Las preguntas efectuadas fueron qué medidas del actual Gobierno nacional favorecieron a su sector y a la industria nacional en general y cuáles no. También quisimos conocer su opinión acerca de cuáles creen que serían las medidas que están faltando para lograr el ansiado repunte.
Marcelo Franconi
Uno de los que respondió a la requisitoria de LA OPINION fue el empresario de la indumentaria Marcelo Franconi. A la hora de destacar la medida que considera positiva para la industria desde la asunción de Mauricio Macri, destacó “la apertura de las puertas al mundo para todas la industrias que quieran ser más competitivas e incorporar nuevas tecnologías y mercados. Necesitamos materia prima y tecnología que no producimos en el país, tanto para la industria textil como para cualquier otra que produzca aquí”.
Además considera que “el cambio de la política económica, tanto en el sector textil como en los demás, está comenzando a dar respuesta a una urgencia de la industria: el sinceramiento de la economía”. Al respecto, amplió: “Parte del sinceramiento es reconocer el astigmatismo hereditario que tiene nuestra sociedad, que enfoca mal o cree que estamos en el primer mundo o somos desarrollados cuando en realidad estamos en la vereda opuesta. El sinceramiento es asumir que nuestros políticos no son incapaces o corruptos, aun peor son inmortales el peor mal a erradicar. Una empresa para producir, comercializar y crecer, necesita tener un libre acceso a todas las variables que conllevan el sistema de producción”.
Como contrapartida, Franconi considera que “sabiendo desde donde partimos” no hubo una medida negativa desde el inicio del gobierno de Macri. “Hace un año y medio nos venimos descapitalizando de la peor manera para una empresa, que es trabajando. El principal elemento nocivo a combatir es la inflación que fue erosionando de forma acelerada no solo el bolsillo del asalariado sino el capital de las empresas, lo que lleva a bajar la calidad de los productos finales, al no poder acceder en forma regular a las materias primas necesarias o tecnología”, manifestó y agregó: “Me parece que si bien, todos estamos ansiosos por ver salir al país adelante, no estamos en el tiempo de los resultados sino en el de los procesos. No me parece serio querer evaluar como si fuera el fin de una gestión”.
Consultado sobre la medida que debería implementar el Gobierno, respondió: “En lo que significa el ingreso de productos terminados es más que urgente que realice un control real de lo que ingresa, un control responsable. Siempre en este camino las cosas se hicieron de tal forma que destruyeron nuestra industria”. Franconi ansía la implementación de una sola ley que no sea ambigua. Lo que plantea es que no exista, como ha sido habitual, un “canal paralelo”, caracterizado por una ley que manda que no se puede importar pero con una “posdata” o “letra chica” que indica “con quién arreglar para poder traerlo fuera de la misma ley”.
A su parecer, al tener un mercado abierto “es fundamental cuidar lo que se produce aquí, maquinarias, textiles, granos y subproductos de estos”. Otra acción que espera del Gobierno el empresario, que cuenta con dos establecimientos en nuestra ciudad, refiere a la mano de obra: “Hay varias industrias en las cuales la mano de obra calificada es extranjera y ocupa el lugar de muchos argentinos que engrosan una gran lista de planes sociales cuando estos tendrían que ser una sana competencia, para mejorar la industria debería tener el mismo valor la mano de obra extranjera y la argentina.
A modo general, por fuera de los intereses particulares el Gobierno debe garantizar la seguridad jurídica: “Que las leyes se cumplan y se modifiquen; no importa si sos juez, político empresario o ciudadano común: al cometer un delito de corrupción, estafa, homicidio, que el mejor negocio no sea que te condene la Justicia”. Y además pide que el Gobierno lleve adelante las políticas de transparencia en lo que respecta a sistemas de recaudación y cumpla con lo que prometió: trabajar para recuperar valores que se perdieron en la sociedad, que a la hora de producir son tan necesarios como en cualquier otro ámbito”.
Javier Iacaruso
El propietario de la Usina Láctea San Javier, Javier Iacaruso, analizó el presente del sector alimenticio. “La gente se encontró con reglas más claras a largo plazo, se valorizó un poco más el producto porque hasta el año pasado habían cerrado un montón de tambos, el precio de la leche no daba para producir y ahora con la apertura de la exportación y al haberse acomodado un poco el tipo de cambio al sector lechero le sirvió. Aunque sigue estando mal, hoy los productos del ramo están más valorizados y tienen un mercado más grande, porque a lo mejor no se puede vender acá, pero se puede exportar”, declaró sobre los cambios positivos que evidenció el sector en los últimos meses.
Destacando nuevamente el valor de tener reglas claras, en contrapartida con lo errática que fue la gestión anterior con el rubro ganadero, advierte que ahora “la gente que produce a largo plazo, leche o carne, tiene más confianza, está mucho más activa, con ganas de producir y de invertir algo porque ve el futuro un poco más claro”.
Recuerda que “antes sobraba leche y abrían la exportación y cuando faltaba la cerraban automáticamente; había gente que estaba exportando y tenía clientes de afuera a los que les estaba cumpliendo y al abrir y cerrar la exportación el cliente del exterior le perdía la confianza y acá se abarrotaba el mercado de productos”.
Explica Iacaruso que “el que produce no gana plata porque hay mucha oferta y cuando se abría deliberadamente no había para cubrir el mercado interno y te encontrabas que no había mercadería y entonces el precio subía”.
Con relación a las medidas que fueron negativas, según su opinión, señaló el incremento de las tarifas de los servicios. “No se pensó bien y repercute también en la industria, hay empresas a las que les llegó una factura de gas con un 1.000 por ciento de aumento, es una locura, nuestra firma tuvo una suba de luz del 100 por ciento, en el invierno se consume menos energía eléctrica pero ahorrar gas es más complicado; para nuestra fábrica el gas no es primordial, pero sé que en otros sectores hubo facturas de más de 70.000 pesos”.
Por último, al ser consultado acerca por la medida que necesita el sector y la industria en general, respondió: “Tienen que cambiar las reglas para el empleador, que sean más claras, para que haya más trabajo real, genuino, de empresas privadas. Y se tiene que hacer una restructuración impositiva, esto es en general, la presión de impuestos que tiene la gente que produce o que da empleo es mucha”.
Asimismo opinó que “la economía se tiene que despolitizar un poco, porque lo que está sucediendo actualmente, con el dinero que aparece en casos de corrupción, es que da bronca tener que pagar un montón de impuestos y que no vayan para las obras, la seguridad, la salud, para las cosas que necesita la gente que trabaja”.
Fuente: La Opinión de Pergamino