Confederaciones Rurales Argentinas denunció ayer que más de diez provincias esperan que el gobierno nacional homologue la emergencia agropecuaria. Criticó la “inacción” en materia de ayuda a los afectados.
Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) reclamó que la Comisión Nacional de Emergencia Agropecuaria, dependiente del Ministerio de Agricultura, “trate de forma urgente la homologación de las declaraciones de emergencias agropecuarias a nivel nacional”.
“La inacción del Gobierno nacional en materia de políticas de ayuda a los productores agropecuarios afectados por la inclemencias del tiempo, como sequía, heladas e inundaciones, es una muestra más del ninguneo hacia el sector económico más activo del país y una clara exposición de cómo se le da la espalda a la producción”, fustigó.
La institución conducida por Rubén Ferrero indicó en un comunicado que “con la declaración del 30 de septiembre pasado en la que el gobierno de la provincia de Santiago del Estero decretó la emergencia y/o desastre agropecuario provincial, son más de 10 las provincias que han declarado sus emergencias sin ser homologadas aún a escala nacional por el Gobierno central“.
Según advirtió, “una de cada dos provincias argentinas afrontan problemas climáticos severos, y esto significa que se hayan perdido dos campañas agrícolas y que la ganadería se encuentre, en todo el centro y norte argentino, en una situación compleja”. Al respecto, puntualizó que en Salta se estima una caída en el stock vacuno de alrededor del 30%, y dijo que se necesitarán cinco años de “condiciones normales para recuperarse”.
Además, destacó que los cultivos intensivos, más allá de la sequía, vienen enfrentando “heladas agudas que han dejado a los productores al borde del quebranto, más allá de las consecuentes pérdidas de puestos de trabajo”.
La entidad reprochó que los desastres climatológicos “se agravan aún mucho más cuando los productores ni siquiera pueden acceder a paliativos necesarios como puede ser la prórroga del vencimiento del pago de los impuestos existentes o a crearse”.
“Un país sin diálogo entre el sector público y el privado, sin acompañamiento oficial a los productores cuando las situaciones climáticas son adversas, y con un sistema de castigo donde se aumenta sin escala la presión impositiva y fiscal es un país que no apuesta a la producción y que sólo está dispuesto a disfrazar su realidad manipulando cifras y anunciando récords de producción inexistentes”, concluyó.
FUENTE: DyN