En la región núcleo las encuestas indican una baja del 24% en la superficie de maíz de primera y un 13% menos del tardío respecto al año anterior. Por costos, prevalece la opción de soja.
Rindes de indiferencia más altos obligan a un cuidadoso y exhaustivo análisis de cada eslabón del negocio. Cada detalle de la situación particular del productor puede hacer a la fina diferencia de obtener beneficios. Según el análisis del informe semanal de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), disponer de maquinaria propia, la distancia a los puertos, la capacidad de almacenamiento, la capacidad de negociación, el nivel de endeudamiento y las posibilidades de financiamiento, por ejemplo, abren pequeños intersticios en los márgenes. Los aumentos del precio del gasoil y de los fletes se destacan como puntos determinantes en la estructura de costos de la nueva campaña. Bajo arrendamiento las cuentas que se hacen, sin tener en cuenta gastos de estructura ni impuestos, dan rindes de indiferencia que sólo se cubren con planteos de alta tecnología en lotes de alto potencial y en el mejor de los escenarios productivos. De esta forma quedan en riesgo de quedar fuera del ciclo productivo los campos de menores aptitudes agrícolas. Con los datos de la actual coyuntura, muchos de estos cuadros no son viables para entrar en un nuevo ciclo productivo.
Esto es un hecho inédito en la región que va en contramano de la tendencia que se observó en los últimos años, señala el informe de la BCR.
Sigue avanzando la cosecha del maíz tardío. Cubrió un 90% del total del área sembrada y, pese a que las lluvias fueron escasas en la zona, el avance sigue lento por la alta humedad atmosférica y la falta de piso. Sólo se avanzó un 7% en la última semana. El sector más ralentizado en las labores es el noroeste bonaerense, donde se presentaron las precipitaciones pronosticadas.
El balance de fin de campaña de maíces tardíos es positivo en cuanto a rindes. “El promedio asciende a 87 qq/ha, pero los rendimientos presentan un amplio rango: de 50 a 110 qq/ha”, señala el informe GEA, el que agrega que “la genética jugó un rol fundamental. Se destacaron los híbridos que brindaron estabilidad mientras que otros con alto potencial no lograron expresarse.
El rinde del maíz tardío se destaca en 10 qq/ha por encima del de segunda. Sin embargo, el doble cultivo trigo/maíz viene creciendo y se destaca por sus buenos resultados en años húmedos”.
La evolución del cultivo de trigo es excelente. Los cuadros ingresan a la etapa de macollaje. Se espera en la semana entrante comenzar las fertilizaciones para completar las dosis de nitrógeno y realizar controles con herbicidas.
Fuente: La Opinión de Pergamino