Dirigentes rurales de la provincia de Buenos Aires le pedirán mañana al gobierno de Daniel Scioli que no aumente el impuesto inmobiliario rural en 2015.
El argumento que utilizarán, en un encuentro que mantendrán con el ministro de Asuntos Agrarios bonaerense, Alejandro «Topo» Rodríguez, es que la caída de precios de los granos, las distorsiones comerciales (por las trabas a las exportaciones) y la elevada presión tributaria general les haría muy difícil a los productores cumplir con un nuevo incremento.
Según un informe de la Sociedad Rural Argentina (SRA), la producción agrícola se redujo en la provincia de Buenos Aires desde 2010 en dos millones de toneladas, al pasar de 38 a 36 millones de toneladas.
En ganadería, el stock bovino se estancó entre 16 y 17 millones de cabezas, mientras que la producción de leche se contrajo un tres por ciento este año, debido a las inundaciones que afectaron la provincia. A este panorama se agrega que las perspectivas para el año que viene son negativas. Así, según el trabajo de la SRA, los precios a cosecha de los granos de la campaña 2014/15 muestran una baja de 36 % para el trigo, 30% para el maíz, 13% para el girasol y 23 por ciento para la soja.
Los ruralistas le recordarán al ministro Rodríguez que el impuesto inmobiliario rural se incrementó un 205% desde 2010. Según la Comisión de Enlace provincial, la recaudación anual del impuesto inmobiliario pasó de $ 580 millones a $ 1768 millones en 2013. En 2012 hubo un revalúo del tributo y se aplicó un impuesto complementario por multipropiedad, que elevó notablemente la carga tributaria para el sector.
«La rentabilidad del campo está golpeada, todos los números van para atrás», dijo Horacio Salaverri, presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap). «No sabemos cómo se instrumentará el aumento», dijo el dirigente.
Los ruralistas temen que en el proyecto que enviará el gobierno bonaerense a la Legislatura haya algo más que una simple actualización de alícuotas. Aunque se menciona que el incremento llegaría al 30 por ciento, los ruralistas creen que podría llegar al 45 por ciento, según la alícuota que tributen.
Los funcionarios bonaerenses argumentan que el aumento es válido porque hace dos años que el inmobiliario rural no se actualiza, mientras que los gobiernos municipales aumentaron en ese mismo lapso sus tasas viales. Además, «Topo» Rodríguez dijo que habría medidas especiales para los 63 distritos declarados en situación de desastre o emergencia agropecuaria por las últimas inundaciones, otra queja de los ruralistas.
Pese a la buena relación que cultivó Scioli con los dirigentes rurales al no cerrarles los canales de diálogo como sí lo hizo el gobierno nacional, el malestar entre los productores comienza a expresarse públicamente. Ayer hubo una asamblea en la localidad de Guerrico, en Pergamino, organizada por la Federación Agraria Argentina (FAA) y productores autoconvocados.
«Ya hay gente que dice que no puede pagar los impuestos, no pueden creer que haya otro aumento», dijo el secretario de Coordinación de la FAA, Jorge Solmi. Además, consideró que no hay contraprestación en infraestructura de lo que paga el campo por impuestos. «En Pergamino, entre Guerrico y La Violeta, hay una ruta que de tan rota que está ya no se puede usar, hay que circular por la banquina», dijo Solmi, que también es dirigente del Frente Renovador. Según estimó la Comisión de Enlace provincial, el gobierno bonaerense todavía no cumplió con su promesa de construir 4400 kilómetros de rutas.
Como parte de su plan de lucha, que incluye quejas contra el gobierno nacional, la FAA organizará asambleas en Los Toldos y Casilda, provincia de Santa Fe.
Cristian Mira para La Nación