Deberán ponerse en marcha nuevamente los controles de carga.
El Gobierno de la provincia de Buenos Aires, a través de la Dirección de Vialidad, deberá poner en marcha nuevamente los controles de carga en las rutas que atraviesan diferentes municipios teniendo en cuenta que en ediciones anteriores la mayoría de los camiones detenidos estaba en infracción por sobrepeso.
Las acciones concretadas deberán ser intensivas en puntos clave de la provincia en procura de un mejor mantenimiento de las rutas. Según las estadísticas presentadas, los excesos se detectan, en su mayoría, en transportes que llevan piedras, papas, cemento, tierra, escombros, arena y tosca.
“Los operativos se llevan a cabo con la finalidad de abarcar la totalidad de la red vial provincial, mediante puestos de controles fijos y móviles estratégicamente ubicados; afectan a los vehículos de dos a cuatro ejes con el fin de asegurar que la carga esté distribuida en forma adecuada y dentro de los valores permitidos.
“En estos trabajos se utilizan balanzas de alta tecnología que permiten detectar el sobrepeso de cargas y por ende la aplicación de multas equivalentes al importante daño que provocan”, resaltaron desde esta dependencia provincial. “Producto del exceso de peso, las rutas se vuelven a romper en menos tiempo del que podrían mantenerse con los camiones circulando con el peso que corresponde, estaríamos haciendo una inversión que se pierde”, se expresó.
Ruta a Rosario
En esta región de la provincia de Buenos Aires hay carreteras que están obsoletas para las exigencias del moderno parque automotor y los cada vez más grandes camiones y colectivos. Incluso, en épocas puntuales del año es común ver enormes maquinarias agrícolas desplazándose por las carreteras, a la par de pequeños vehículos particulares, lo que constituye un enorme peligro.
La ruta Nº 32 que vincula Pergamino con Rosario fue repavimentada totalmente no hace demasiado tiempo después de numerosos reclamos de la comunidad a raíz de accidentes que se cobraron la vida de muchos convecinos. El Estado bonaerense se tomó un tiempo relativamente extenso para llevar a cabo las obras correspondientes a esta planificación; se fue refaccionando por etapas hasta el límite con el sector concesionado, es decir en la provincia de Santa Fe.
Pero transitar por allí es hoy tan o más peligroso que antes, debido -entre otros factores- a los hundimientos que han provocado en el pavimento los excesos de peso en las cargas; estas virtuales zanjas, a su vez, se llenan de agua con las lluvias, potenciando los riesgos de accidentes.
La ausencia de los controles sobre la carga de los rodados de gran porte y la poca responsabilidad asumida por los transportistas hizo que muchos tramos del camino muestren deterioros que ameritan una nueva intervención, a poco de haberse concluido la obra que renovó por completo la cinta asfáltica. O los materiales que se utilizan en las reparaciones no son buenos, apropiados o el transporte de mercadería debe volver al ferrocarril a partir de cierto peso. Pero una resolución hay que tomar, de lo contrario, reparar las carreteras pasará a ser un cuento de nunca acabar, con el consiguiente derroche de dinero público.
Fuente: La Opinión de Pergamino