No incluyó el caso argentino entre los que va a tratar, pero podría hacerlo el próximo lunes; la expectativa oficial es que entonces decida esperar hasta tener todos los expedientes del caso
WASHINGTON.- En su primer día de trabajo tras el receso de verano, la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos no tomó ninguna decisión respecto del «crítico» pedido que le hizo la Argentina para que acepte revisar, como última posibilidad, la demanda de los llamados «fondos buitre», un caso en el que el país ya acumula dos fallos adversos en instancias previas.
«No hubo decisión, y si bien eso seguramente desalienta las expectativas de los argentinos, no necesariamente es algo malo. Hay que seguir esperando», dijo Craig Levy, académico de la Universidad de Chicago que viene siguiendo el tema.
Para la expectativa de la defensa argentina , la «no decisión» tiene de positivo que mantiene el suspenso ( stay ) que ahora rige sobre los fallos adversos por los que la Argentina ya fue condenada a pagar. Y, por el otro, que mientras eso se mantiene el país gana tiempo, que es lo que procura el Gobierno.
Del otro lado, la indefinición tuvo dos efectos en medios locales que siguen el caso. Por un lado, prolongó la expectativa hasta el próximo lunes, cuando se conocerá el resto de la agenda de la Corte. Y ahí podría entrar el caso argentino, aunque, por cierto, las dudas de que eso ocurra son muchas.
Por el otro, reflotó la serie de escenarios que pueden abrirse para el expediente de ahora en adelante.
En el extremo más pesimista se encuentra la posibilidad de que el próximo lunes la Corte anuncie que no tomará el caso, que lo informe de manera oficial y, de ese modo, se cierren las puertas a nuevas revisiones y queden firmes los fallos adversos para el país.
La posibilidad de que eso ocurra existe. Pero no se la considera probable.
En el otro extremo figura que la Corte postergue en los hechos toda decisión y solamente considere el tema para la agenda del año próximo, a la espera del resto del expediente que aún se encuentra en la Corte de Apelaciones de Nueva York, un tribunal intermedio. Éste es el escenario al que apuesta la defensa argentina.
«Difícil saber qué hará la Corte. Mi impresión es que, finalmente, no tomará el caso. Pero no lo comunicará ahora, sino que esperará al resto de la causa», sostuvo Levy.
En esa misma línea se expidieron ya Richard Samp, de la Washington Legal Foundation -un experto en temas de Corte Suprema-, y Henry Weisburg, del estudio Shearman & Sterling, quien viene siguiendo el caso.
En medio de esos dos escenarios extremos, existe también la posibilidad de que el tribunal decida solicitar la opinión del gobierno norteamericano antes de expedirse.
Hasta ahora, y pese a los intentos formales que hizo al respecto, el gobierno de Cristina Kirchner no consiguió que la administración de Barack Obama se comprometiera con el expediente, ahora que entra en su fase decisiva.
SITUACIÓN «CRÍTICA»
En julio pasado, la defensa que ejerce el estudio Cleary, Gottlieb, Steen & Hamilton presentó un escrito en el que advirtió a los nueve magistrados que la consideración del expediente era cuestión «crítica» para la Argentina y que se encontraba ante fallos adversos que tendrían «efecto nocivo» sobre el país.
No se descarta que ocurra en el futuro. Pero, hasta ahora, el argumento no parece haber convencido a los jueces.
En forma paralela, el Gobierno volvió a pedir una nueva revisión a la Corte de Apelaciones de Nueva York.
El tribunal, que en dos oportunidades ratificó las decisiones en primera instancia del juez Thomas Griesa en contra del país, no comunicó aún su respuesta a ese pedido. Pero la coincidencia es que son pocas las posibilidades de que lo conceda.
El caso remite a la demanda de los fondos MNL Management y Aurelius Capital, junto con poco más de una decena de inversores particulares, entre ellos varios argentinos.
Tanto Griesa como la Cámara de Apelaciones de Nueva York entendieron que la Argentina no sólo es un «deudor compulsivo», sino que violó la cláusula de «tratamiento igualitario» (denominada pari passu) por la que se obliga a «tratar de igual manera» a todos sus acreedores.
El Gobierno sostiene que quiere pagar. Y para demostrarlo, abrió precipitadamente una nueva posibilidad de canje de los bonos de deuda que aún permanecen impagos. Pero los demandantes exigen un pago mayor que el que se ofrece en ese tipo de operaciones.
La instancia que queda ahora es la Corte Suprema. Y aún no está claro qué ocurrirá allí. Pero si la posibilidad no sale bien, la impresión aquí es que a la Argentina no le quedará más que sentarse a negociar con sus acreedores.
UN FINAL CON RESULTADO ABIERTO
Sin lugar en la agenda
La Corte Suprema de Justicia de EE.UU. no incluyó el caso argentino en su primera agenda de trabajo
Pagos en suspenso
La defensa argentina consideró como positivo que la falta de definición mantiene la suspensión que rige sobre los fallos adversos que tuvo el país
Recalculando
La falta de definición prolongó la expectativa hasta el próximo lunes, cuando se conozca el resto de la agenda de trabajo de la Corte
Opción de máxima
El mejor escenario para el país sería que la Corte considere al caso argentino recién en la agenda de 2014
Pedido de opinión
Fuentes judiciales no descartan que antes de pronunciarse, la Corte le pida su opinión sobre el caso al gobierno de Barack Obama
Fuente: La Nación