Esa es la situación a nivel nacional, según estiman en la Bolsa de Comercio de Rosario; para el INTA, está afectada más del 50 por ciento de la zona agrícola núcleo.
Las lluvias volvieron a pasar de largo el fin de semana pasado sobre amplias regiones de la pampa húmeda que estaban con bajas reservas de humedad y la situación de sequía comienza a ser cada vez más notoria en más zonas de la Argentina.
Sólo en la región agrícola núcleo, que comprende 10 millones de hectáreas, hay 700.000 hectáreas que requieren de manera urgente precipitaciones para avanzar con la siembra de soja y maíz. En tanto, a nivel nacional, el déficit se estima que cubre el 80% de las principales zonas productivas. «Comparando la situación de hoy con la de hace un año, hoy la falta de agua está mucho más generalizada y se extendió sobre el 80% de las regiones productivas de la Argentina», contó a LA NACION Cristian Russo, jefe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario.
En la actualidad, casi todo el norte de la provincia de Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Fe, Córdoba y gran parte del NOA y el NEA se encuentran en condiciones de escasas reservas hídricas a sequía. El año pasado, a esta altura había problemas más focalizados de sequía en el sudeste bonaerense y parte del centro de Córdoba y centro sur de Santa Fe.
Según el INTA, en noviembre pasado la zona agrícola núcleo tuvo entre un 50 y un 80% menos de lluvias que lo esperado para ese mes. Al respecto, en la zona núcleo lo que resta por sembrarse es importante: el 50% de los maíces tardíos (de noviembre-diciembre) y el 40% de la soja de segunda. Pero, además, está sintiendo la falta de humedad el maíz que se sembró en septiembre pasado y ya empieza a atravesar su período de máxima demanda de agua en floración.
«Estamos hablando de la falta agua en los estratos superficiales del suelo, que en este momento determinan el avance de las siembras y el estado de los maíces tempranos que están a punto de comenzar su etapa más crítica, la floración», explicó Russo. «Este año, muchos lotes se sembraron más tarde y no alcanzaron un crecimiento suficiente que les permita explorar las reservas que hay en profundidad», agregó el experto de la Bolsa de Comercio de Rosario. La semana pasada había unas 100.000 hectáreas del cultivo que se encontraban en condiciones regulares a malas.
En un informe, la Oficina de Riesgo Agropecuario (ORA) del Ministerio de Agroindustria de la Nación dio cuenta de que, salvo en Misiones, donde las precipitaciones superaron los 60 milímetros, las lluvias «en la mayor parte de la región pampeana fueron inferiores a 10 mm».
Según ese informe oficial, esta semana sería «muy variada» la intensidad de lluvias que se registraría en el país. Para la Bolsa de Comercio rosarina, en los próximos quince días las lluvias estarán por debajo de lo normal. En tanto, desde la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, Esteban Copati, jefe de estimaciones agrícolas de la entidad, señaló que por el momento allí no ven «tan desalentador» el panorama para la siembra porque hubo regiones donde, en algunos casos a veces por debajo de lo esperado, se fue recomponiendo humedad, como en sectores de Córdoba. «No es algo generalizado, pero si se llega a cortar la lluvia hasta fin de diciembre se va a complicar», precisó Copati.
Desde el INTA, Pablo Mercuri, director del Centro de Investigación en Recursos Naturales, señaló que salvo el sudeste bonaerense y algunas áreas del sur de Buenos Aires, «prácticamente toda la región pampeana presenta una situación deficitaria en cuanto a la falta de agua y sequía edáfica en el horizonte superficial». Destacó que «más del 50% del área núcleo de Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires, y el sur de la Mesopotamia, presenta a la fecha una situación de reservas de agua útil para cultivos de gruesa escasas o sequía edáfica». En el otro 50% hay reservas regulares «ya no adecuadas para el crecimiento de cultivos de siembra temprana o implantación de gruesa».