“La Niña” irá afirmando gradualmente su presencia, que irá haciéndose sentir progresivamente.
Los centros de previsión climática coinciden en que la campaña 2016/2017 será afectada por un episodio de “La Niña”. Se producirá una alternancia entre procesos contrapuestos como intensas rachas de tormentas y lapsos prolongados secos y calurosos.
La mayor parte de los centros de previsión climática coincide en que la campaña 2016/2017 será afectada por un episodio de “La Niña”.
No obstante el intenso “El Niño”, ocurrido durante la temporada anterior, continúa mostrando una fuerte acción residual que lentifica significativamente su desarrollo.
Las amplias reservas de humedad dejadas por “El Niño”, y los extensos espejos de agua que subsisten sobre el Litoral fluvial, generan sistemas locales de precipitaciones que mitigarán en buena medida los efectos depresivos de “La Niña”.
A estos factores se suma el hecho de que, en el Atlántico Subtropical Sur, conviven una amplia superficie con aguas calientes, aportadas desde el Ecuador por la Corriente del Brasil, con las aguas frías traídas por la Corriente de Malvinas desde el Polo Sur, cuyo encuentro genera vientos fríos y húmedos, que penetran en el continente, generando rachas prolongadas de tiempo nublado, húmedo y lluvioso.
No obstante, “La Niña” irá afirmando gradualmente su presencia, que irá haciéndose sentir progresivamente, primero en forma local, pasando posteriormente a producir efectos más generales e intensos.
En caso de que “La Niña” continuara su desarrollo durante la campaña 2017/2018, sus efectos podrían llegar a sentirse en toda su intensidad, afectando seriamente a la producción de esa temporada.
Campaña 2016/2017
Los factores expuestos harán que durante la campaña 2016/2017 el sistema climático se comporte en forma muy irregular, lo cual se manifestará en la distribución de las precipitaciones.
Debido a ello coexistirán amplios focos con valores superiores a lo normal, con igualmente amplias extensiones con registros inferiores a la media, mientras que las superficies con valores dentro del rango normal serán escasas.
La mayor parte de Bolivia, la mayor parte de Chile, el NOA, el oeste de Cuyo, el oeste del Paraguay y el oeste de la región del Chaco serán los primeros en evidenciar la acción creciente de “La Niña”, observando precipitaciones superiores a lo normal.
La mayor del Brasil y la región Oriental del Paraguay experimentarán una mezcla de síntomas de “La Niña” y de “El Niño” observando precipitaciones muy irregulares, con un foco de registros muy abundantes sobre el nordeste del Brasil.
Misiones y las zonas aledañas en Argentina, Paraguay y el Brasil observarán acción residual de “El Niño”, recibiendo valores superiores a lo normal, que podrían reactivar la crecida de los grandes ríos.
El este de Cuyo, la mayor parte de la región Pampeana, la mayor parte de la Mesopotamia y la mayor parte de Uruguay observarán precipitaciones algo inferiores a lo normal, con un amplio foco de sequía en el límite común entre Córdoba, Santa Fe, La Pampa y Buenos Aires, donde la acción de “La Niña” se sentirá con más fuerza.
Conclusiones
Lo expuesto hará que la campaña 2016/2017 (julio de 2016 a junio de 2017) muestre una gama de rasgos contrapuestos que surgirán de la puja entre la acción residual de “El Niño” y el avance de “La Niña”, así como de la interacción con el estado de temperatura del Océano Atlántico, y los numerosos factores secundarios que contribuyen a esta compleja interacción.
Se producirá una alternancia entre procesos climáticos contrapuestos.
Por un lado se producirán intensas rachas de tormentas, que descargarán sus precipitaciones en forma muy despareja, con riesgo de tormentas severas, con granizo y vientos, terminando con entradas de aire polar, con riesgo de heladas intensas durante el invierno, y de heladas tardías durante la primavera. No obstante, este último riesgo no será tan intenso como el que se daría si “La Niña” pudiera alcanzar su pleno desarrollo en tiempo y forma.
Por otro lado, se observarán lapsos prolongados secos y calurosos, cuya duración e intensidad irán acentuándose a medida que transcurra la temporada y la acción residual de “El Niño” vaya desapareciendo.
Por lo tanto, se trata de un escenario climático que, aunque mucho menos riguroso que un episodio típico de “La Niña”, exhibirá numerosos riesgos que irán presentándose a lo largo de su desarrollo, requiriéndose una cuidadosa planificación para enfrentarlos con éxito.
Fuente: La Opinión de Pergamino