Reforma: Para mayo de 2013 deberán destinar esos fondos a obras públicas y proyectos productivos; se modificarán las leyes que regulan la actividad.
Las compañías de seguros deberán reorientar en los próximos siete meses varias de las inversiones de sus activos, para llevar más fondos a la llamada «economía real». Según la medida oficial, eso implicará llevar recursos por unos $ 7000 millones, por ejemplo a «proyectos de infraestructura o desarrollo de economías regionales».
Según lo anunciado ayer por el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, las aseguradoras deberán tener como mínimo un 5% de sus inversiones en economía real en marzo del año próximo. Dos meses después -es decir, para mayo-, cada grupo de compañías, según su rubro, tendrá que estar cumpliendo con los pisos legales para el denominado «inciso k»: un 10% para las que venden seguros patrimoniales, un 12% para las aseguradoras de vida y retiro y un 5% las aseguradoras de riesgos del trabajo (ART). La diferenciación tiene que ver con la mayor o menor necesidad de liquidez inmediata para cumplir con los compromisos asumidos.
La disposición es parte del Plan Estratégico Nacional del Seguro 2020, preparado por la Superintendencia de Seguros de la Nación. Los directivos del sector participaron de muchos encuentros referidos a las posibles medidas, aunque ayer llegaron al acto de Casa de Gobierno -transmitido por cadena nacional desde que habló la presidenta Cristina Kirchner- sin conocer exactamente qué se anunciaría.
Los datos de los balances de las compañías al 30 de junio pasado muestran que el sector tiene $ 67.728 millones invertidos, de los cuales un 41% está en títulos públicos (suman $ 27.810 millones). Si bien en las estadísticas actuales hoy no existe la discriminación de inversiones en la economía real, un informe difundido ayer por la Superintendencia sostiene que el 0,16% de las inversiones actuales podría considerarse dentro de ese inciso.
En el ámbito del Ministerio de Economía se creará, según se anunció, un comité de elegibilidad, para determinar qué proyectos necesitan fondos para ser financiados.
La Presidenta emparentó el nuevo inciso para inversiones en el sector seguros -que lleva la letra k- con el «inciso q», que en su momento rigió para las AFJP y ahora para el fondo de garantía del sistema previsional. Actualmente, todos los proyectos financiados bajo ese ítem son de obras públicas.
Lorenzino presentó la medida como una estrategia para el crecimiento sectorial. «Queremos sostener el impulso al crecimiento del mercado asegurador y estamos convencidos de que la mejor forma de hacerlo es garantizando que los fondos administrados alimenten la dinámica virtuosa entre el crecimiento económico y el empleo», señaló el ministro. Muchos aseguradores, sin embargo, esperaban que para el objetivo de lograr una mayor producción se anunciara otro tipo de medidas.
El plan estratégico tiene como meta que la producción de seguros pase de representar 2,73% del PBI a un valor de 5,07% para 2020. Para esa meta, había expectativa ayer por otros anuncios, que al menos hasta ahora no llegaron, como la instrumentación de más seguros obligatorios (el agrícola sería un caso) y la posibilidad de deducir mayores montos de aportes a seguros de vida y retiro del impuesto a las ganancias. Hoy sólo se puede deducir por vida y por un límite de $ 996 en todo un año, y se había hablado de la posibilidad de elevar el monto a $ 7000 anuales y de extenderlo a retiro.
A ese punto se refirió el presidente de SMG Seguros, Claudio Belocopitt, que tras el acto dijo que no veía mal el tema de las inversiones, pero observó que si bien en las metas del plan hay un crecimiento previsto mayor para los seguros de vida que para los patrimoniales, no se mencionaron los esperados incentivos.
En tanto, el presidente de la Unión de Aseguradoras de Riesgos del Trabajo (UART), Jorge Aimaretti, afirmó que no hay objeciones en cuanto a la inversión siempre que haya instrumentos «solventes y confiables» y que se permita tener los fondos disponibles para el pago debido a los asegurados.
Desde las asociaciones de aseguradoras generales y de vida no hubo declaraciones. En gran parte del sector había preocupación por la definición que el Gobierno dará a la inversión en «economía real».
CRISTINA VOLVIÓ A CONFUNDIR EL IPC DE EE.UU.
Como ya lo había hecho en sus ponencias en universidades norteamericanas, la Presidenta volvió a poner en duda las cifras de inflación de Estados Unidos. Según Cristina Kirchner, en las mediciones de ese país no se toman en cuenta las variaciones de los precios de los combustibles ni de los alimentos. «Así a cualquiera le da 2 por ciento la inflación», dijo. Sin embargo, en la página del Bureau of Labor Statistics de Estados Unidos, la entidad que mide la inflación en ese país, se explica que el índice de precios al consumidor (IPC) toma en cuenta ocho grandes grupos de productos, entre ellos alimentos y transporte, que incluye gasolina. De hecho, el 2% de inflación interanual que mencionó la Presidenta -y que corresponde a septiembre- estuvo influido por la suba en la gasolina (6,8%). La comida, en tanto, subió 1,6 por ciento.
Fuente: La Nación