Productores se quejan de pagar casi tanto como la soja.
El reclamo de una rebaja de las retenciones a los granos está de vuelta. Y en esta oportunidad el pedido es por el girasol, un cultivo que paga derechos de exportación tan altos como la soja: tributa 32% por el grano, apenas tres puntos menos que el poroto de soja. Además, el girasol paga 30% por su aceite.
«El tema de las retenciones es una cuestión que nos está pegando, especialmente de forma muy crítica en las zonas marginales [para la producción]», expresó Ricardo Negri, presidente de la Asociación Argentina de Girasol (Asagir), durante la celebración del 30° aniversario de la entidad, realizada anteanoche en la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
«Quizá no supimos hacernos entender. No es igual el girasol que la soja», agregó Negri.
De esta manera, la entidad volvió a poner el tema en agenda para el cultivo. A pesar de gestiones hechas con funcionarios del Ministerio de Agricultura en varias oportunidades e, incluso, contactos con el gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, para que intercediera ante las autoridades nacionales, las retenciones al cultivo siguen sin modificaciones. Chaco es una importante región girasolera.
«Desde Asagir venimos pidiendo una adecuación de las retenciones a las reales posibilidades de competitividad del actual 32 por ciento al nivel del 20 por ciento, que significaría un muy bajo costo fiscal», expresó a LA NACION Luis González Victorica, ex presidente de Asagir.
El Estado vino recaudando en los últimos años unos 200 millones de dólares por los derechos de exportación en el cultivo. Bajarlas al 20% le significaría resignar poco más de 70 millones.
Pérdida de mercado
Para los productores, las retenciones frenan el crecimiento de la superficie con girasol. De hecho, hace cuatro campañas que no puede superar los dos millones de hectáreas.
La última vez que lo hizo fue el ciclo 2007/2008, con 2,6 millones de hectáreas. Para esta campaña, cuya siembra del cultivo está próxima a finalizar, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires proyectó 1,8 millones de hectáreas. En la segunda mitad de los 90 tuvo varios años con una área por encima de los tres millones de hectáreas.
Pero el país también ha perdido protagonismo en el mercado internacional de aceite de este grano. «La Argentina no es más importante en el mercado de lo que era antes», expresó Gustavo Grobocopatel, ex presidente de Asagir, durante la celebración por el aniversario.
Los números demuestran ese cambio. En 1999, la Argentina llegó a tener 60% de participación en el mercado mundial de aceite de girasol exportando su producto; luego bajó al 41,2% en 2001; al 21,3%, en 2010, y tuvo entre el 12 y el 14% en la última campaña, según distintas fuentes.
Frente a la retracción de la Argentina, Ucrania y Rusia tomaron el liderazgo y hoy son más importantes exportadores de aceite de girasol que el país.
Otro sector que pierde competitividad
Menor participación en el negocio mundial
Según las estadísticas, en 1999 la Argentina tuvo una participación del 60% en el mercado internacional de aceite de girasol como exportador del producto. En volumen fueron 1,87 millones de toneladas. Sin embargo, el año pasado, ese porcentaje cayó a un nivel de entre el 12 y el 14%, con 980.000 toneladas.
Competidores
En medio del declive de la Argentina, lograron avanzar muy significativamente Ucrania y Rusia. El primero subió su participación del 6 al 47% del mercado entre 1999 y 2011, y Rusia saltó del 1 al 19%.El año pasado Ucrania vendió 3,24 millones de toneladas, y Rusia, 1,34 millones de toneladas.
Por Fernando Bertello, para La Nación.