En la Argentina, el cereal de la posición diciembre vale casi 13 dólares por tonelada más que en EE.UU.; esto sucede pese a que las retenciones deprimen los precios.
Luego de que los problemas de escasez hicieran que la Argentina tuviera el precio del trigo más caro del mundo, el país ahora ocupa ese lugar con el maíz. Y sucede también porque, pese a que según el Gobierno hubo una supercosecha, hay dudas sobre el normal flujo de abastecimiento que presionan al mercado.
Ayer, en Estados Unidos, en la plaza de Chicago el cereal para la posición diciembre marcó 171,15 dólares la tonelada. En ese país está entrando una cosecha de 355 millones de toneladas que presiona sobre las cotizaciones.
Mientras tanto, en la Argentina, donde los productores tienen poco maíz para vender y hay incertidumbre por la siembra, la posición diciembre en el mercado a término quedó en 184 dólares. Son casi 13 dólares más que en Chicago. Eso ocurre a pesar de las retenciones del 20 por ciento, que en la práctica suelen deprimir los valores internos.
Otra comparación: según datos de FyO, en el último mes en Estados Unidos el maíz bajó casi 2%. Por el contrario, en el mismo período en la Argentina aumentó 17,3%, siempre para la posición diciembre.
El año pasado, cuando fracasó la cosecha de maíz en Estados Unidos, el maíz en Chicago se disparó a más de 300 dólares y aquí llegó a tocar 200/210 dólares. O sea que en la Argentina ya hubo un precio más alto que el actual, pero no superior al del mercado norteamericano.
Vale recordar que el maíz es un alimento clave para producir pollos, cerdos y leche y engordar ganado vacuno.
«Nunca se dio una situación así, que pese a las retenciones aquí el precio esté más caro que en Chicago», señaló Néstor Roulet, productor en el sudeste cordobés.
En la última cosecha, según el Ministerio de Agricultura se lograron 32,1 millones de toneladas de maíz, mientras que para el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, fueron 30,3 millones. En cambio, para las bolsas de cereales no hubo más de 25 millones de toneladas.
De la última cosecha, los exportadores compraron 19 millones de toneladas del cereal y embarcaron 16 millones.
El productor ya casi no tiene mercadería en su poder para vender, mientras que los exportadores, según Roulet, hoy dispondrían en sus manos de 3 millones de toneladas del cereal.
El mercado está tirante en materia de oferta y esto impacta en el precio. «Evidentemente hay menos maíz del que se supuso y esto se refleja en los precios. Hay poca oferta», dijo Juan Esteban Morelli, analista de FyO.
Roulet puso un ejemplo. En la zona de Villa María, en el sudeste cordobés, en pesos se está pagando $ 1100 por la tonelada del cereal. Llevarlo hasta una avícola en Entre Ríos implica un flete de otros 200 pesos, lo que hace un total de 1300 pesos. «Viendo esto, hoy el consumo interno paga el maíz más caro que a nivel internacional», reflexionó Roulet.
El productor Santiago del Solar culpó a la intervención del Gobierno en el mercado. «Estas cosas suceden por la poca área sembrada en los últimos años, alrededor de 3,5 millones hectáreas de maíz comercial y en baja. Hoy el cereal no resiste la ecuación de Roes (permisos de exportación) combinados con retenciones».
Del Solar agregó: «Desincentivando la producción cae el área y suceden situaciones como las actuales. Liberando la exportación y produciendo mucho más, la Argentina siempre tuvo el maíz más barato del mundo para las distintas actividades que lo utilizan como insumo». Para el productor Luis Dillon, con el escenario actual «el problema que explota ahora es el mismo que en el caso del trigo, con mercado intervenido, retenciones y falta de confianza».
Sobre el abastecimiento, un empresario del feedlot (engorde de ganado a corral) reconoció que hay dificultades para conseguir maíz.
En este contexto, para Del Solar, «se va a poner difícil el empalme con la cosecha nueva». Faltan 4 meses para entonces, pero, además, la siembra de la campaña nueva viene demorada y con caída de área sembrada con relación al año pasado.
Según Roulet, los exportadores venderán al mercado interno el cereal que tienen porque al valor actual es mejor negocio que exportarlo. Por su parte, Martín Fraguío, director ejecutivo de la Asociación de Maíz y Sorgo Argentino (Maizar), buscó dar tranquilidad por el abastecimiento. «No vemos ningún riesgo de desabastecimiento. El mercado opera normalmente y hubo cosecha récord», afirmó.
Por Fernando Bertello | LA NACION