Los altos valores térmicos de las últimas jornadas vuelven a poner de relieve la importancia de la prevención para evitar problemas de salud típicos de esta época del año. En las guardias creció el número de consultas y el sistema sanitario advirtió sobre posibles riesgos, apelando a la responsabilidad social del “autocuidado”.
El agobiante calor de los últimos días puso nuevamente de relieve la importancia de tomar algunas medidas de prevención orientadas a evitar el llamado “golpe de calor” una emergencia de tipo sanitaria que puede acarrear severas consecuencias en la salud de la población si no se toman los recaudos necesarios.
En este marco, en las últimas horas distintos actores del sistema sanitario insistieron en las medidas que deben arbitrarse, apelaron a la “responsabilidad social del autocuidado” y recordaron que el alerta naranja declarado significa que las temperaturas en el nivel que se registran “suponen un riesgo moderado a alto para la salud”.
Según consultas efectuadas por LA OPINION y en coincidencia con el comportamiento de la demanda señalado por el Ministerio de Salud para el territorio provincial, en las últimas jornadas se incrementó el nivel de consultas en Centros de Atención Primaria de la Salud (Caps) y en la Guardia del Hospital San José por cuadros clínicos asociados a las altas temperaturas, aunque ninguno de los servicios se encuentra desbordado.
En las últimas horas el Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires, a través de un informe, refirió que “tanto las guardias hospitalarias como el sistema de emergencias están preparados y en estado de alerta para asistir eventuales casos de pacientes afectados por la ola de calor, y precisó que hasta el momento se registra un aumento moderado de consultas en hospitales, esperables para la época”.
El propio ministro de Salud bonaerense señaló que “algunas de nuestras guardias registran aumento de casos atribuibles a patologías relacionadas con el aumento de la temperatura”.
El funcionario llamó a extremar las medidas de prevención “en especial en las dos puntas de la vida que más debemos cuidar, como lo son los niños menores de 4 años y los mayores de 65”.
A nivel provincial el nivel de consultas se incrementó en un 15 por ciento por cuadros febriles, diarreas y problemas de alimentación.
Por eso, desde la dirección de Atención Primaria de la Salud se reiteró el alerta para que la población extreme los cuidados, evite la exposición al sol en horas pico y aumente la ingesta de agua, en especial en los niños y adultos mayores.
Señales
Si bien las señales del golpe de calor varían, pueden incluir una temperatura corporal extremadamente elevada (por encima de 39.5º C), piel enrojecida, caliente y seca (sin sudor), pulso rápido y fuerte, dolor de cabeza palpitante, mareo, náuseas, confusión, somnolencia y sed intensa y hasta pérdida de conocimiento. Frente a la aparición de estas señales, es importante hacer una consulta médica rápida y no automedicarse.
Los médicos sugieren evitar el uso abusivo del aire acondicionado para evitar los cambios bruscos de temperatura que provocan problemas respiratorios.
También advierten que las complicaciones por la ola de calor van desde simples malestares hasta estados confusionales, problemas cardíacos, deshidratación, desvanecimientos y pérdidas de conciencia, entre otros.
Cómo cuidarse
Desde la Secretaría de Salud del Municipio, a cargo del doctor Leandro Peñaloza, recordaron las medidas de prevención y recomendaron a la comunidad que “tomar los recaudos necesarios para evitar el golpe de calor ante las altas temperaturas que afectan nuestra ciudad, se deben tomar los recaudos necesarios”.
Los consejos son los siguientes: consumir abundante agua, no exponerse al sol en horas pico, tratar de usar ropa clara y liviana, consumir frutas y verduras, consultar en caso de tomar diuréticos por alguna patología específica, evitar la automedicación y acudir al médico ante cualquier síntoma asociado al golpe de calor.
Autoridades del área de Salud local recordaron que “cualquier persona puede ser víctima de un golpe de calor; sin embargo, se debe tener especial cuidado con los niños menores de un año, las personas con enfermedades crónicas como afecciones cardíacas, renales o neurológicas y los adultos mayores.
Sistema alerta
Todo el sistema sanitario tiene dispuestos sus sistemas de alerta orientados a atender a la población que requiera efectuar consultas tanto para asistir como para prevenir los efectos que las altas temperaturas pueden ocasionar en la salud. En este punto, tanto la guardia hospitalaria como los Centros de Atención Primaria tienen dispuestos sus equipos de salud, lo mismo que los sistemas de emergencia que son los que, ante las urgencias, muchas veces contienen la demanda de atención en una primera instancia. Saber que el golpe de calor es más que algo que se dice con frecuencia en esta época del año y que sufrirlo puede acarrear costos graves para la persona, y conocer cuáles son las principales medidas de prevención orientadas a evitarlo constituyen herramientas útiles para preservar la salud.
Cadena de frío y riesgo alimentario
Durante la jornada de ayer, al calor se le sumaron los inconvenientes del corte de energía eléctrica que afectó por sectores a prácticamente toda la ciudad. La pérdida de la cadena de frío para la conservación de alimentos fue el tema más preocupante desde el punto de vista sanitario.
Se considera un corte de la cadena de frío cuando el alimento supera las dos horas de exposición a temperaturas mayores de 5º C. Ante esta situación, los especialistas en Seguridad Alimentaria insisten en que es necesario aumentar los cuidados al momento de la cocción de los alimentos y asegurar, especialmente, que las carnes no queden crudas, cocinándolas hasta que los jugos se vean amarronados.
Al producirse falta de suministro eléctrico, se sugiere guardar los alimentos de mayor riesgo, como carnes y lácteos, en el freezer o congelador, ubicando las carnes en la parte inferior en recipientes herméticamente cerrados para que sus jugos no contaminen el resto de los alimentos.
Asimismo, durante el tiempo que se prolongue el corte, es importante evitar la pérdida de frío, por lo que se recomienda no abrir y cerrar las heladeras en reiteradas ocasiones.
Otras recomendaciones están dirigidas a mantener la hermeticidad del cierre de la heladera mediante la buena preservación de los burletes; guardar los alimentos en recipientes de vidrio o de plástico; no cargar el gabinete para que circule el aire frío a través de los productos, y dar prioridad de frío a los alimentos y no a las bebidas. Si el corte es prolongado, es conveniente evaluar la posibilidad de deshacerse de carnes cocidas o productos ya listos para consumir. En este contexto, la clave para evitar las enfermedades de transmisión alimentaria es la prevención. Los síntomas más frecuentes de la intoxicación alimentaria son náuseas y vómitos.
Fuente: La Opinión de Pergamino