La firma comenzó a comercializar un insecticida biológico, apto para zonas periurbanas que controla orugas sin riesgos de contaminación al medio ambiente.
Rizobacter Argentina incorpora, a partir de esta campaña, un insecticida biológico dentro de su cartera de productos. Se trata de una tecnología que, por considerarse de «banda verde», puede ser aplicable en sistemas agrícolas intensivos como extensivos ubicados tanto en zonas rurales como periurbanas. Bajo el nombre comercial Dipel L Plus, esta formulación garantiza un manejo responsable de plagas, sin riesgos de contaminación. Es una herramienta de control segura que profundiza la incorporación de prácticas sustentables en el sistema agrícola, poniendo el foco en el cuidado del ambiente y la salud humana.
Está formulado a base de Bacilus thuringiensis, var. Kurstaki, un bacilo gram-positivo, aerobio, que se encuentra de forma natural en suelo y plantas. Puede ser aplicado en cultivos de soja, pasturas, cereales, girasol, tabaco, hortalizas, frutales y vid. Actúa por ingestión del follaje tratado y controla exclusivamente larvas de Lepidópteros (orugas). Dipel L Plus posee tres mecanismos diferentes de acción “cristales tóxicos, esporas y una proteína insecticida (la Vip 3ª)” que favorecen el manejo haciendo que la resistencia se reduzca al máximo. El Bacillus thuringiensis tiene la particularidad de producir una toxina (delta-endotoxina) cuyos cristales, una vez ingeridos por la oruga, se disuelven y se activan con el pH alcalino del intestino. De ese modo, las toxinas se unen a receptores específicos de las membranas de las células epiteliales del intestino causando la paralización del mismo. Consecuentemente, las larvas pierden sus movimientos reflejos y la capacidad de alimentarse en muy poco tiempo de producida la ingestión del cristal, y mueren en un lapso no mayor a las 72 hs.
Gracias a su formulación, Dipel L Plus ofrece una amplia residualidad, con una eficacia de acción comparable a los insecticidas de síntesis química (IGR).
Las aplicaciones deben ser determinadas por monitoreo y en carácter preventivo, teniendo en cuenta que su eficacia mejora cuanto menor sea el tamaño de las larvas que se desea controlar. Cabe destacar que se adapta perfectamente a los equipos convencionales de pulverización.
Beneficios del control biológico
Uno de los mayores beneficios de la incorporación del control biológico en la producción agrícola, es el respeto del medio ambiente y la salud humana, por ello no representa riesgo de empleo en zonas periurbanas. Pero, además, tiene el doble beneficio de controlar las plagas que perjudican al cultivo sin producir daños a la fauna benéfica. Por lo tanto no afecta a los enemigos naturales y no genera resistencia en las plagas.
Precisamente Dipel L Plus es un insecticida biológico muy recomendado para programas de Manejo Integrado de Plagas, debido a su muy baja toxicidad y a su alta selectividad. Por su inocuidad se lo considera un producto banda verde, amigable con el medio ambiente.
Fuente: Infocampo