Baja producción: En los primeros cinco meses del año se destinaron 3270 millones de dólares a la compra de gas natural, GNL y gasoil; se profundiza el déficit.
Las estadísticas oficiales no dejan de darles malas noticias al secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno , y al viceministro de Economía, Axel Kicillof , los alfiles de Cristina Kirchner en la cruzada para evitar la salida de dólares. Mientras la primera plana del Gobierno está abocada a mantener un balance cambiario positivo, la salida de divisas por importaciones de energía creció exponencialmente en los primeros cinco meses del año.
De acuerdo con los números oficiales, entre enero y mayo se pagaron 3270,89 millones de dólares para cancelar compras de energía fuera del país, 47,54% más que en el mismo período del año pasado, según la última actualización que realizó la Secretaría de Energía.
Medido en cantidades, el país compró en el exterior 29% más que en el mismo período del año pasado. En otros términos: en 12 meses, el precio del suministro de energía desde el exterior se encareció para la Argentina.
Las erogaciones de los primeros cinco meses alcanzaron un número exorbitante por donde se lo mire. Representan, por caso, un 8% de las reservas del Banco Central, que hoy apenas superan los US$ 37.400 millones de dólares. Y encierran otro agravante: los números públicos de la cartera de Energía incluyen algunos de los grandes importadores, como Enarsa, YPF, Esso y Shell, pero no muestran las cifras de Cammesa, la administradora del mercado eléctrico.
Esa compañía, la principal favorecida con los subsidios que destina el Estado a mantener las tarifas de luz casi congeladas -en 2012 recibió 24.554,6 millones de pesos y hasta abril de 2013 obtuvo 9552 millones-, es otra de las grandes compradoras de energía. Desde el desembarco de Kicillof en el manejo de una parte del sector energético (hasta principios de 2012 fue un territorio completamente dominado por el ministro de Planificación, Julio De Vido), las importaciones de Cammesa las hace YPF por «cuenta y orden» de la administradora eléctrica. Informes privados que contemplan las compras de Cammesa sobre la base de información de Aduana indican que las compras de energía son mayores en comparación con las cifras de la Secretaría de Energía.
«Las importaciones vienen creciendo mucho y lo harán aún más. En el trimestre junio, julio y agosto se concentrarán las más importantes. Junio, por ejemplo, tuvo un aumento muy importante. Las compras al exterior el año pasado fueron de 9500 millones de dólares y este año pueden alcanzar los 14.000 millones. Con exportaciones de alrededor de 7000 millones, estimamos un déficit de alrededor de 7000 millones de dólares», explicó Daniel Montamat, ex secretario de Energía.
«Las crecientes compras al exterior son una constante de las administraciones Kirchner. Se trata de un fenómeno estructural todavía no debidamente comprendido por los funcionarios del Gobierno y, por lo tanto, ajeno a sus discursos. Es una resultante y no un dato autónomo. Se produce porque la demanda energética crece en todos los rubros y la oferta decrece en forma alarmante», agregó el también ex secretario de Energía Jorge Lapeña.
EN QUÉ SE VAN LOS DÓLARES
La caída en la producción de gas durante los últimos años es, a primera vista, la mayor responsable de las importaciones de combustibles (sólo en el primer cuatrimestre la oferta de ese carburante bajó 7,4%). La peor performance de ese sector, sumada a un incremento de la demanda durante los últimos años, convirtió a Enarsa, la empresa estatal de energía, en la principal animadora de las importaciones. Sólo en los primeros cinco meses del año, esa compañía gastó 2108 millones de dólares, principalmente en compras de gas en el exterior.
Enarsa recibe gas por dos vías: desde el mar, como gas natural licuado (GNL), el producto más oneroso, y desde Bolivia, a través de un gasoducto que cruza la frontera. En el primer caso, la compañía estatal gastó hasta mayo de este año 1240 millones de dólares (el equivalente a la muy promocionada inversión que Chevron prometió realizar junto con YPF en la formación Vaca Muerta), un 38% más que en el mismo período de 2012. Mientras desembolsó US$ 867,97 millones para pagarle al país vecino, 44% más que en 2013.
YPF, Shell y Esso también se anotaron en las importaciones. En casi todos los casos, apuntaron a traer al país nafta premium y gasoil, otros dos productos deficitarios..
Del editor: qué significa.
La política del Gobierno desalentó la producción de hidrocarburos. El acuerdo con Chevron apunta a revertirlo, pero el efecto no es inmediato.
Por Pablo Fernández Blanco | LA NACIÓN.