Durante el año 2018 hemos asistido a varias reuniones en el ámbito del INASE y del MINAGRO con referentes de la producción de arveja, de la provincia de Buenos Aires que nos han solicitado incluir a la especie en el esquema de control de origen de semilla, hoy SISA.
En dichos encuentros se ha manifestado el especial interés en el incremento del cultivo de dicha especie, con miras principalmente a la exportación, dado que existiría un enorme potencial de crecimiento en el exterior.
Asimismo, se nos ha transmitido que el sudeste de la provincia de buenos aires resulta un área ideal para el cultivo dado las condiciones climáticas favorables y una especial sinergia de la especie, por sus características agronómicas, con el cultivo de trigo.
Existen, asimismo, mejoras en el cultivo, nuevas variedades de mayor producción y mejor comportamiento, que podrían aportar a este crecimiento, pero cuya registración y comercialización estaría atada al control que se pueda efectuar sobre el origen legal de la semilla utilizada, ya que de las reuniones ha surgido que un alto porcentaje de la semilla utilizada no provendría de los canales legales.
Dado que es una especie autógama, existe una alta tasa de utilización de semilla con cuyo origen es por lo menos cuestionable, atentando contra los derechos de los obtentores, titulares de las variedades utilizadas.
La inclusión de la especie en el mecanismo de control del SISA permitiría un mejor control y monitoreo en el uso de la semilla, permitiendo verificar las variedades más utilizadas, zonas de producción, origen legal de la semilla utilizada, ejercicio de la excepción del agricultor dentro de los marcos legales, entre otros beneficios.
La especie ya se encuentra incluida en el SISA, el agricultor declara la superficie sembrada del cultivo, pero sin la especificación de la variedad utilizada, por lo que resultaría relativamente simple su implementación.
Finalmente, tal como se realizará con la especies que hoy forman parte del SISA – INASE, se realizarán controles de variedad cosechada mediante la utilización de marcadores moleculares y fiscalizaciones electrónicas para verificar la documentación de origen legal de la semilla utilizada.