La producción agrícola está volando tras la sequía. Pero aun así, se venden 30% menos camionetas que el año pasado. Más maquinarias, pero sin crédito para inversiones.
Luego de un 2018 con pérdidas históricas por la sequía, una parte de la Argentina agrícola se está tomando revancha en 2019, con una cosecha que puede marcar récords. La incógnita que se abre para los próximos meses es qué impacto tendrá este cambio en materia de actividad y empleo: ¿habrá demanda de 4×4 y servicios en los centros urbanos o ganará el pago de deudas y el ahorro a la espera del desenlace electoral? PERFIL habló con referentes de ciudades agrícolas para saber si el campo está empezando a traccionar a las fábricas, los comercios y los servicios. Y, si bien hay mejoras sustanciales respecto de 2018, los consultados coinciden en que las altas tasas de interés ponen un freno a los proyectos de inversión. Además, los precios deprimidos llevan a los productores a escalonar las ventas de granos a la espera de mejores cotizaciones. “Los productores se están acomodando con las deudas del año pasado”, señaló Juan Guillermo Pautassi, de la Asociación de Productores Rurales de Marcos Juárez, Córdoba. El presidente de las Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Dardo Chiesa, añadió: “No está habiendo procesos de inversión importantes, debido a que las tasas de interés están en un 70%. Las tarjetas de bancos se convirtieron en salvavidas de plomo”.
Por el lado de los agroindustriales, Raúl Crucianelli, presidente de la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola, destacó: “Al desaparecer el sector financiero, tuvimos que agudizar el ingenio y buscar la forma de financiar nosotros a los clientes para que la maquinaria no esté parada”. No obstante, Crucinelli afirmó que en Armstrong, la ciudad santafesina donde él vive y desarrolla su actividad, hay trabajo. “No alcanza la mano de obra”, enfatizó. Por su parte, Orlando Castellani, propietario de la empresa Ombú, calculó que para quienes se dedican a fabricar maquinaria para la cosecha hubo un aumento en el volumen de ventas de alrededor del 30% respecto del año pasado, aunque también se quejó de los problemas de financiamiento.
En tanto, el presidente de la Sociedad Rural de Pergamino, Jorge Josifovich, resumió: “En general, los productores de esta zona, una vez cubierto el bache productivo de la anterior seca, han comenzado a capitalizar y a reinvertir en la producción. La mayor inversión de este año está basada en la implantación de mayor porcentaje de gramíneas dentro de la rotación”. Hilux vs. silobolsas. Una medida para saber si en el campo se está invirtiendo o si se están tapando baches del mal 2018 es la venta de la Toyota Hilux, la camioneta más utilizada por el agro. Ahí, los resultados son dispares: sigue siendo el vehículo más vendido del parque automotor argentino pero, por otro lado, en mayo se patentaron un 30% menos de unidades de esta camioneta que durante el mismo mes del año pasado. “Es una cuenta de almacenero. Si espero unos meses, la soja va a estar más alta. El que puede esperar para cambiar la camioneta aguanta hasta fin de año”, afirma Pautassi. Chiesa, por su parte, agrega: “Se están escalonando las ventas de soja. Para el productor el grano es su moneda de cambio y prefiere guardar en un silobolsa e ir vendiendo de a poco”. Desde el Ministerio de Producción le aseguraron a PERFIL: “Los buenos resultados de la producción de soja y de maíz impactarán en el segundo trimestre. Las ventas de maquinaria agrícola aumentaron en el primer trimestre por primera vez en un año: 1% en unidades y 63% en facturación”. No obstante, las fuentes oficiales admitieron que la recuperación dependerá de una mejora en el crédito. “En los pueblos de la Argentina productiva se empieza a ver más movimiento”, afirmó el periodista Alejandro Cánepa, especializado en agro. No obstante, Cánepa señaló que esta mejora en el consumo “va a tardar unos meses en derramar a las ciudades”. “Empieza a haber más trabajo para albañiles en los pueblos, porque la gente lo primero que hace esa arreglar un cuartito”, agregó Chiesa. Incertidumbre política En lo que tiene que ver con inversiones a más largo plazo, las dudas respecto de qué hacer no solo tienen que ver con la falta de financiamiento y el cubrir deudas del pasado, sino con la incertidumbre política. Esta situación afecta primordialmente al rubro ganadería, donde la amortización se da a un plazo más largo. “Lo que necesita el sector son expectativas. Para el que se dedica a la cría, cuando las encuestas dan malas noticias aparecen las dudas”, señaló. Andrés González, tesorero de la Sociedad Rural de General Pico, La Pampa. Da manera tácita, González se refirió a los resquemores que hay entre parte del sector ganadero y el kirchnerismo. “Si el fantasma del pasado no se vuelve una realidad se va a empezar a generar un círculo virtuoso”, afirmó el productor. “En el tema ganadero hay mucha inseguridad política. Hay miedo a que si no gana Macri vuelvan las retenciones. Son inversiones grandes y a largo plazo”, añadió, por su parte, Juan Guillermo Pautassi, de Marcos Juárez.